No tenía manera de saber si un policía se saltaba el protocolo y se llevaba el arma a casa. Así lo ha manifestado este jueves un subinspector de la Guardia Urbana, jefe de Rosa Peral y Albert López, los dos acusados de haber asesinado a otro agente del cuerpo, en su declaración en la Audiencia de Barcelona por el crimen que ocurrió en mayo de 2017.
A preguntas del fiscal, Félix Martín, el subinspector ha explicado que los policías solo pueden sacar el arma de comisaría estando fuera de servicio si él, como superior jerárquico, lo autoriza en dos casos concretos: si deben atender un servicio extraordinario o si se detecta sobre ellos alguna amenaza.
Retirada de la pistola a Peral
Ha explicado que, en el momento del crimen, era subinspector de la Unidad de Apoyo Diurno (USD) del cuerpo, donde trabajaban los acusados, y que una vez se encontró el coche de la víctima, Pedro R., la directora de armas decidió retirarle la pistola a Peral, que en el momento estaba de baja y era pareja del fallecido.
Ha concretado que los agentes guardan la pistola en el armero --y permanece allí si están de baja menos de seis meses--, y que "no había cámaras en los armeros, solo en el acceso, no hay un control exhaustivo, no hay registro".
Saltarse el protocolo
Preguntado por el fiscal, ha asegurado que no tenía manera de saber si un agente se saltaba el protocolo y se llevaba el arma, ni tendría manera de verificar si el arma de un agente de baja por menos de seis meses se había sacado del armero.
El fiscal también ha preguntado si es cierto que después de los hechos se modificaron los criterios de vigilancias de la zona donde se guardan las pistolas de los agentes, a lo que ha contestado: "No. Hay cámaras pero no funcionan".
Estado anímico
El intendente mayor y exjefe del cuerpo Evelio Vázquez ha comparecido como testigo y ha explicado que decidieron retirar el arma reglamentaria a Peral tras saber que se había encontrado el coche de la víctima "por miedo a que, por las circunstancias en las que sucedió, pudiera por su estado anímico usarla".
"Nos preocupaba más su salud en aquél caso que la nuestra", ha puntualizado, y ha añadido que al primer momento no pensaron en Peral como sospechosa del asesinato de su pareja, que también era agente del cuerpo, sino que se ofrecieron para apoyarla.