El imán de Barcelona acusado de agredir sexualmente a un menor en 2017 defiende que todo es "una gran mentira". En declaraciones al tribunal que le juzga, ha añadido que nunca estuvo "a solas" con el niño y que se limitó a impartirle "clases sobre el Corán".
Según la acusación, el imán agredió sexualmente al menor en diversas ocasiones en una estancia privada de la mezquita, ubicada en el Clot, después de las clases sobre el Corán y cuando los demás alumnos regresaban a sus casas. La presunta víctima permanecía un rato más en el templo a la espera de que su padre lo recogiera.
Un hematoma en el glúteo
El menor, que ahora tiene 15 años, ha añadido que el religioso, aprovechando que se quedaban solos, le agarraba de las clavículas, lo tumbaba a la fuerza sobre una manta y le penetraba analmente. Eso era, según él, tres o cuatro veces por semana, durante unos meses, hasta que lo contó en casa a pesar de que, en su versión, recibía dinero del imán para callar.
Una semana después de la confesión, un médico del Hospital de Bellvitge exploró al menor y descubrió un hematoma en el glúteo compatible con haber recibido repetidos abusos sexuales.
Mezquita abarrotada
El religioso, sin embargo, defiende que la supuesta agresión es imposible, porque la mezquita siempre está abierta al público y carece de estancias privadas. Además, en el momento de los hechos que se juzgan, el templo celebraba el Ramadán, y ello implica que esté "abarrotado" a todas horas.
La comunidad musulmana del Clot nunca ha dado credibilidad a la acusación y ha mantenido al imán en la misma posición de líder espiritual que ocupaba en abril de 2017, así como también ha continuado impartiendo las mismas clases de Corán y de árabe en las que supuestamente se produjo la agresión sexual.
Cambio de versiones
En este escenario, la acusación pide 15 años de cárcel por un delito de agresión sexual a un menor con la agravante del uso de posición de autoridad. Por su parte, la defensa ha pedido la absolución del imán, porque considera que la narración del niño es una "pura fabulación" que construyó para "escapar de las clases de Corán que detestaba y a las que su padre salafista le obligaba a acudir".
Según el abogado defensor: "Hoy ha dicho que el imán le agredió el segundo día y en instrucción dijo que fue el tercero, hoy ha dicho que todo ocurrió en una manta sobre el suelo cuando antes decía que fue en una cama, dice que en la sala había ventanas y mesas y hoy se ha probado que no las había, dijo que las agresiones eran a las 20.00 y ahora dice que eran a las 18.00 y dijo a los psicólogos que también padeció tocamientos y hoy lo niega", ha enumerado el letrado de la defensa.
El juicio ha quedado hoy visto para sentencia, y la sala notificará la misma a las partes en las próximas semanas.