La Generalitat de Cataluña ha desactivado el protocolo por alta contaminación que había activado dos días antes por el nivel de partículas en suspensión en el aire (PM10) y que afectaba a toda Cataluña. El departamento de Territorio y Sostenibilidad del Govern ha comunicado que la cantidad de polvo en suspensión "se están disminuyendo en todas las estaciones de la red de vigilancia y previsión" de polución atmosférica.
Durante la mañana del lunes, los niveles de PM10 se han situado "por debajo de los valores establecidos por la legislación", razón principal por la que la Generalitat ha decidido revertir la alerta. Además, la Administración prevé que el límite diario, situado en 50 µg/m³, no se vuelva a superar en las próximas horas y que la concentración de polvo procedente de África se reduzca de forma progresiva.
Barcelona también desactiva sus medidas
El Ayuntamiento de Barcelona también había activado sus propias medidas anticontaminación ante la alerta de la Generalitat. Desde el Ejecutivo catalán se estipuló la reducción de velocidad en las vías rápidas, se alentó a la ciudadanía a utilizar el transporte público y se instó a las administraciones municipales a restringir actuaciones que generasen partículas.
En Barcelona, se llevaron a cabo tareas de riego en parques, plazas con zonas verdes y calles con agua freática, la prohibición del uso de máquinas que expulsan aire en tareas de limpieza y la prohibición de actividades en las obras que pudieran aumentar la cantidad de polvo en suspensión.
Alerta Inuncat, desactivada
La suspensión del episodio de alta contaminación por parte de la Generalitat se suma a la desactivación de la alerta del plan de inundaciones Inuncat, el domingo por la tarde. El Govern ha constadado la "normalización de los cursos fluviales" cuyos caudales aumentaron durante el temporal Gloria, según informó Protección Civil.
Esta institución elevó de alerta a emergencia el Inuncat la mañana del miércoles, en previsión de la llegada de un nuevo de un nuevo frente de tormentas y ante desbordamientos en los ríos de la provincia de Girona. El Ter, el Onyar y el Daró fueron algunos de los ríos cuyo caudal aumentó más durante el episodio, y los municipios alrededor del río Tordera y las Terres de l'Ebre han sido las zonas agrícolas y ganaderas más afectadas.