Científicos chinos trabajan contrarreloj para conseguir una vacuna efectiva contra el coronavirus de Wuhan, que se ceba con la población en determinados lugares del país y "se está fortaleciendo".
Así lo ha asegurado en una multitudinaria rueda de prensa y sin ofrecer muchos detalles el ministro de Salud de China, Ma Xiaowei, que cree que el coloso asiático está ahora ante una "fase crucial" para controlar este virus, que ya ha propiciado allí la muerte de 56 personas y el contagio de más de dos millares -que permanecen en cuarentena-, en todas las provincias del inmenso país salvo la región del Tíbet.
"La situación es grave"
China considera que "la situación es grave", como ha asegurado Ma, y por ello ha adoptado medidas como la prohibición de los viajes organizados, tanto en el interior como fuera, o la cancelación de eventos y actos multitudinarios, muchos de ellos relativos al Año Nuevo, que se conmemora en febrero.
Los científicos chinos apuntan a que el coronavirus ha podido ser desarrollado por animales salvajes capturados y vendidos en los mercados sin control alguno, algo demasiado habitual en China, que, por otra parte, es uno de los mayores exportadores del mundo. De hecho, siguen manteniendo que el virus se originó el pasado diciembre en un mercado de mariscos de la ciudad de Wuhan en el que se vendían de manera ilegal animales salvajes. La noticia positiva es que los científicos descartan que haya mutaciones del virus, sino una sola cepa.
Inovio también busca y se dispara
La farmacéutica estadounidense Inovio, por su parte, trabaja igualmente para lograr una vacuna eficaz lo antes posible, lo que ha propiciado que sus acciones se disparen casi un 13% en bolsa.
La Coalition for Epidemic Preparedness Innovations (Cepi), entidad encargada de desarrollar vacunas para epidemias, ha financiado a Inovio con nueve millones de dólares (algo más de más de ocho millones de euros), para que haga pruebas con seres humanos.