Barcelona ha amanecido este viernes con una decena de réplicas de grandes obras del museo Hermitage de San Petersburgo (Rusia) repartidos por la ciudad. La acción artística ha sido reivindicada por la plataforma +CulturaxBCN, que irrumpe de esta forma en la capital catalana.
Los cuadros han sido repartidos por los puntos más emblemáticos de la ciudad. Europa Press informa que han sido localizados junto a la Sagrada Familia, la Torre Glóries, en el paseo de Gràcia o cerca de la playa de la Barceloneta. De hecho, se han convertido en un atractivo turístico más de la jornada.
Reivindicación del museo
Entre las obras escogidas se encuentran La virgen de niña en oración, una pieza realizada por el pintor Francisco de Zurbarán entre 1658 y 1660; Rincón del jardín en Montgeron, que pintó Claude Monet en 1877; Canoa, familia tahitiana (Te vaa), una de las reproducciones de la Polinesia de Paul Gauguin en 1896; o la Composición VI de Vasili Kandinsky (1913).
+CulturaxBCN no ha limitado a instalar los caballetes con los cuadros. En las mismas litografías se pueden leer reivindicaciones como: “¿Seguro que te lo quieres perder?”, “Te queremos cerca”, “¡Listo para venir a Barcelona!” o “Te gustaría disfrutarlo”, entre otras.
La plataforma también ha divulgado a través de este portal el manifiesto La última oportunidad en que se exige que se facilite la llegada del museo en la ciudad. Cuenta con el apoyo de unas 40 entidades y organizaciones entre las que destacan Pimec Comerç, Barcelona Oberta o varias asociaciones de vecinos como los de la Barceloneta, Raval, Vila Olímpica o Besòs, entre otras.
Polémica con el proyecto
Que Barcelona se convierta en otra filial mundial del principal centro artístico ruso es un proyecto que se trabaja desde hace años. Incluso se ha proyectado un edificio icónico de Toyo Ito en la Nova Bocana del puerto de Barcelona, junto al Hotel Vela. Con todo, su desarrollo se ha topado con el Gobierno municipal de los Comunes y el PSC.
De hecho, la acción reivindicativa llega días después de que el primer teniente de alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, asegurase que el informe del Ayuntamiento sobre el impacto de la construcción expresa “muchas dificultades, sobre todo en movilidad”. Abrió la puerta a buscar un emplazamiento alternativo, cuestión que pondría en peligro el aterrizaje de una división del museo en la ciudad.