Diversas sociedades científicas, expertos en nutrición y organizaciones de consumidores han reivindicado este martes en Madrid la implantación obligatoria del etiquetado Nutri-Score en los productos alimentarios como una herramienta eficaz para la salud pública.
Presente en España desde 2018, aunque con carácter voluntario, Nutri-Score es un sistema basado en un código de colores y letras que facilita al consumidor una información básica sobre la calidad nutricional global de los alimentos y le permite, además, comparar los diferentes productos que se le ofertan en los centros de distribución. Cada uno de ellos se clasifica en una escala de cinco colores y letras, que va desde el más favorable desde el plano nutricional (A-color verde) al menos favorable (E-color rojo).
La obesidad, un problema sin resolver
La utilidad e importancia de este tipo de etiquetado, adoptado ya en países como Francia, Bélgica, Alemania o Países Bajos, ha sido analizada en una jornada impulsada por la Sociedad Científica Española de Dietética y Nutrición (Sedyn) y el Centro Catalán de la Nutrición del Instituto de Estudios Catalanes (Ccniec), que ha contado con la colaboración de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aesan), la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), la Confederación de Consumidores y Usuarios (CECU) y el Centro de Investigación Biomédica en Red de la Fisiopatología de la Obesidad y Nutrición (Ciberobn).
Jordi Salas-Salvadó, director del Ccniec y catedrático de Nutrición de la Universidad Rovira i Virgili, ha destacado que en el seno de la Unión Europea no se ha resuelto aun el problema de la obesidad, a lo que contribuiría una información más clara y simple sobre la calidad de los alimentos como la que aporta Nutri-Score.
“La implementación de este tipo de etiquetados ha sido recomendada por la Organización Mundial de la Salud como medida para mejorar la alimentación”, ha apuntado el experto en la rueda de prensa que ha precidido a la jornada, en la que también ha destacado que unos hábitos saludable a la hora de comer es uno de los factores clave para el incremento de la esperanza de vida, junto con la práctica de ejercicio físico.
Información simple y clara
El etiquetado Nutri-Score se desarrolla a partir del análisis de una cantidad determinada de cada producto en el que se tienen en cuenta diversos parámetros. Por un lado, el contenido en nutrientes a favorecer (fibras, proteínas, diversos aceites, frutas y verduras) y, por el otro, en calorías y nutrientes a limitar (ácidos grasos saturados, azúcares, etc).
A partir de esta información, un equipo independiente de la Universidad Paris 13 ha desarrollado un algoritmo que permite la clasificación simplificada por los códigos de letras y colores mencionados.
La doctora Pilar Galán, que forma parte del equipo de la Universidad Paris 13 que ha desarrollado esta herramienta, ha apuntado que la información que la Ley exige actualmente a los fabricantes de productos alimenticios es difícil de interpretar por los usuarios y no facilita la comparación entre alimentos de la misma clase, algo que sí está al alcance de todos con el Nutri-Score. Galán ha reclamado a los gobiernos que obliguen a los fabricantes ad incorporar el etiquetado y, además, que éste aparezca en el frontal de los productos. Los estudios apuntan a que esta medida ha reducido cerca de un 4% los fallecimientos por causas de obesidad en Francia.
La oposición de grandes empresas
Galán también ha denunciado que grandes grupos fabricantes de productos de consumo se han opuesto al etiquetado Nutri-Score e incluso han difundido noticias falsas sobre la utilidad de este sistema.
Nancy Babio, vicepresdenta de la Sedyn, profesora y vicedecana responsable del Grado de Dietética y Nutrición Humana de la Universidad Rovira i Virgili e investigadora del Ciberobn del Instituto de Salud Carlos III ha destacado que este etiquetado permite situar un producto básico de la dieta mediterránea como el aceite de oliva en la primera línea de alimentos saludable por encima de otro tipo de aceites como los de girasol, maíz y cacahuete. Un ejemplo más de la utilidad del sistema.
Reunión con el Gobierno
Desde el punto de vista de los consumidores, Ileana Izverniceanu, portavoz de la OCU, defendió el derecho de los ciudadanos a contar con la mejor información sobre los alimentos que adquieren en los centros de distribución, a lo que contribuye de forma notable el etiquetado Nutri-Score. Además, valoró que el actual Gobierno de España cuente con un ministerio dedicado al consumo y anunció que han solicitado una reunión con el departamento en la que trasladarán la petición de que este etiquetado sea obligatorio.
La OCU también expondrá que para contribuir a la mejor alimentación de los ciudadanos debería reducirse la fiscalidad sobre los productos más saludables, en contraste con la intención del Gobierno de gravar más la llamada ‘comida basura’.