La Sección Quinta de la Audiencia Provincial de Barcelona ha condenado a penas de cárcel a Fernando V., entrenador de fútbol base acusado de abusar sexualmente de tres jugadores de categoría cadete del Atlètic Poblenou. Sin embargo, eludirá la prisión.
Antes de comenzar el juicio, las partes han llegado a un acuerdo: el acusado ha reconocido los hechos y, a cambio, la Fiscalía y la acusación particular han rebajado la petición de pena de 12 años de cárcel a 5 años, sumando los tres delitos.
Pide disculpas
En este escenario, la defensa del entrenador ha pedido la suspensión de la pena de cárcel, acogiéndose al artículo 80 del Código Penal, que permite la cancelación cuando ninguno de los delitos de la condena implica más de dos años de cárcel y el acusado cumple una serie de requisitos, como la carencia de antecedentes y su esfuerzo para reparar el daño.
De hecho, la defensa ha acompañado esta petición de suspensión de tres cartas de disculpas a las víctimas y la consignación de 10.000 euros por adelantado para el pago de la indemnización (que asciende a 18.000 euros, distribuidos en pagos de 8.000 euros, 6.000 euros y 4.000 euros). La acusación no se ha opuesto a ello.
"Ánimo libidinoso"
Los hechos se remontan a diversas fechas de 2017 y 2018, cuando el acusado realizó tocamientos en varias ocasiones a tres de sus jugadores, que en aquel momento tenían 15 años. En palabras de la Fiscalía, los realizó el entrenador con "ánimo libidinoso" y, casi siempre, consistieron en palpamientos de los testículos "por encima de la ropa".
¿Cómo actuaba? Fernando V. aprovechaba los días en que alguno de los tres menores llegaba tarde al entrenaimento y se valía de "la soledad del vestuario" para entrar en la estancia y abusar de ellos. En otra ocasión, el Atlètic Poblenou habilitó una sala para ver el clásico; una de las víctimas llegó un rato antes para "ayudar a la colocación de las sillas" y el entrenador le tocó "los genitales por encima de la ropa".
En una habitación de hotel
Finalmente, se produjeron abusos en una estancia que el equipo hizo en Calella durante la Semana Santa de 2018: las tres víctimas compartían habitación y, por las tardes, mientras descansaban en el hotel, el condenado entró varias veces, se tumbó en la cama con ellos y les palpó los testículos.
Aparte de las penas de cárcel por abuso sexual continuado y abuso sexual simple y de la indemnización, también se ha impuesto a Fernando V. la realización de un curso de educación sexual en el Instituto de Psicología Forense de Barcelona, 9 años de inhabilitación para ejercer profesiones en las que tenga contacto regular con menores y 6 años de libertad vigilada.