Las personas de fuera de la Unión Europa que viven en Cataluña tienen tres veces más riesgo de vivir situaciones de pobreza --54,2 %--que las de nacionalidad española --18,1%--, mientras que la tasa en el caso de las comunitarias se sitúa en el 19,5 %.



Así se desprende de un informe elaborado por las Entidades Catalanas de Acción Social (ECAS), que señala que el 40% de las personas extracomunitarias que residen en la comunidad autónoma son pobres a pesar de trabajar y el 30% cobra menos de 500 euros brutos al mes.

Aumenta la pobreza

En el caso de las mujeres de fuera de la UE, el riesgo de que sufran situaciones de pobreza aumenta hasta el 57,4%. "El objetivo de este estudio es entender cómo vive la población migrada en Cataluña, teniendo en cuenta los movimientos externos, los provenientes de fuera de España", ha explicado la autora del informe e investigadora social, Georgina Marín, en rueda de prensa.

De toda la población catalana --7,6 millones de habitantes--, 1,38 millones de personas han nacido fuera de España (18%), de las cuales un 30 % tienen nacionalidad española, el 19% de otros países de la UE y el 51% de nacionalidades extracomunitarias.

Marruecos

Los orígenes más frecuentes entre la población migrada en el territorio son Marruecos --217.962 personas--, que representa casi el 16 % del total de población extranjera, Ecuador --82.559--, Rumanía --78.961--, Colombia --67.613-- y Argentina --63.485--.



La tasa de riesgo de pobreza entre extranjeros no comunitarios apenas disminuye pese a la recepción de ayudas sociales, al pasar de una tasa del 50,5 al 47,9 %. En cambio, la situación mejora en el caso de los extranjeros comunitarios, con una reducción de casi trece puntos porcentuales, del 29,3 al 16,6 %, y también entre los españoles, que pasa del 27,3 al 14,3 %.

Trabajadores con pocos ingresos

"Si los trabajadores están en condiciones de pobreza, sus hijos también, lo que dificulta el desarrollo positivo a nivel personal y de educación de los hijos", ha señalado Busquets. La tasa de graduación al final de la Educación Secundaria Obligatoria (ESO) es de un 68,2 % entre los alumnos de origen magrebí, el 54,9 % entre el alumnado del resto de África, el 68,6 % entre los provenientes de Centro y Sudamérica y el 69,3 % entre los de Asia y Oceanía, frente a la tasa del 91,5 % del alumnado con nacionalidad española.



El informe también pone de relieve que la salud de las personas migradas se deteriora a medida que llevan más tiempo en Cataluña.