Los niños y niñas de España no son los únicos que piden regalos en la noche de Reyes. También los Sus Majestades de Oriente han dado a conocer sus deseos para el nuevo año a su llegada a Barcelona, antes de montarse en sus carrozas y recorrer los cinco kilómetros de calles previstos en el recorrido de la cabalgata.
La visita de Melchor, Gaspar y Baltasar a la capital catalana ha conseguido movilizar a unas 950.000 personas, según los cálculos de la Guàrdia Urbana. Su paso por Barcelona ha dejado imágenes para el recuerdo, momentos detacados y, sobre todo, ilusión entre los más pequeños.
Baltasar, protagonista
El tercero de los Reyes Magos ha sido uno de los protagonistas del desfile. Por primera vez, ha sido el encargado de trasladar el mensaje de Sus Mágicas Majestades a los vecinos de Barcelona. Baltasar ha dado las gracias a los ciudadanos por hacer de Barcelona una capital "tolerante", además de "acogedora y respetuosa". Ha aprovechado el momento para expresar cuál sería el mejor regalo de todos: la solidaridad con los más desfavorecidos.
El discurso del Rey Mago ha hecho especial hincapié en las víctimas más jóvenes de las guerras y de la pobreza que residen en los lugares de los que ellos proceden. "Muchos niños y niñas siguen sufriendo las consecuencias de guerras y viven en condiciones de pobreza extrema", ha denunciado Baltasar, que ha pedido a los niños y niñas de Barcelona que piensen en cómo pueden ayudarles. "Así como nos abriréis puertas, balcones y ventanales para que podamos dejaros los juguetes, abrid también de par en par ojos y oídos para ser siempre cuidadosos a la hora de mantener el respeto y la paz en el mundo", ha animado.
Unos Reyes Magos muy conocidos
El barco en el que viajaban los Reyes Magos ha llegado al puerto de Barcelona sobre las 16.00 horas y nada más poner un pie en tierra, los rumores sobre sus parecidos con otras personas muy vinculadas con la ciudad han comenzado a correr. Por ejemplo, algunos de los presentes aseguraban haber visto a Baltasar en escenas de El cor de la Ciutat y Plats bruts como si del actor Babou Cham se tratase.
Otros vecinos se han acercado al Rey Gaspar para preguntarle por las nuevas exposiciones culturales en Barcelona, al confundirlo con el primer teniente de alcalde de Cultura, Educación y Ciencia de la ciudad, Joan Subirats. Melchor tampoco se ha librado de ser objeto de comparaciones, ya que su maestría con el timón del barco ha llevado a muchos a pensar si no sería el director de Open Arms, el catalán Óscar Camps. Sea como fuere, han recibido de manos de Ada Colau la llave mágica que permite entrar en todas las casas de la ciudad para que pudieran dejar en ellas sus regalos.