Por un lado, hace frío y eso puede afectar a nuestra garganta. Por el otro, estamos metidos en época navideña, una época de copiosas comidas, entre ellas el marisco, lo que afectar a nuestros niveles de ácido úrico, llegando a provocar ataques de gota.
Cuida de tu garganta
El frío invernal puede afectar a nuestra garganta, irritándola o inflamándola, y esto, si no se trata a tiempo, puede afectar a funciones básicas como hablar, respirar o ingerir alimentos en los casos más extremos.
En muchos casos es provocado por virus similares a los del resfriado, pero también por alergias, un aire demasiado seco o el tabaquismo.
Para evitar todo esto, es necesario un tratamiento para el dolor de garganta, con remedios caseros como el jengibre. Su uso infusionado con té e ingiriéndolo dos veces al día es muy aconsejable. Otros remedios caseros pueden ser triturar algunos dientes de ajo e ingerirlos en su estado más puro, hacer gárgaras con agua tibia con un poco de sal o bicarbonato. Las hojas de la planta de la frambuesa también funcionan muy bien, haciendo una tisana y también haciendo gárgaras cuando esté fría la infusión. Otra opción es tomar un baño de agua caliente, puesto que los vapores que se generan nos ayudan a desinflamar la zona.
¡Cuidado con las comidas copiosas!
Llega la época de comidas y cenas copiosas, como es la Navidad. La ingesta de alimentos ricos en proteínas y de alcohol genera que nuestro nivel de ácido úrico pueda elevarse en exceso. El ácido úrico se elimina por la orina, pero cuando hay demasiado puede acumularse en las articulaciones en forma de cristales. Una de las consecuencias puede ser los ataques de gota, que son muy dolorosos y se concentran en el dedo gordo el pie, especialmente por la noche.
Es muy importante que todos llevemos a cabo chequeos regulares para detectar nuestros niveles de ácido úrico. Si son altos, es posible reducir e incluso eliminar estos niveles y disolver los cristales de ácido úrico, usando elementos que tengan un efecto diurético sobre el organismo, y así conseguir expulsarlos a través de la orina.
Unos niveles altos de ácido úrico nos obligan a una dieta baja en purinas. Se han de evitar mariscos, carnes rojas y azúcares, así como sopas de sobres, embutidos, pescados azules y algunas verduras como el brócoli, las espinacas o los espárragos. Debemos buscar una dieta rica en cereales, huevos, leche desnatada, pollo o frutas. Por último es importante beber entre dos y tres litros de agua al día.
Remedios y trucos
Si debes bajar rápido el ácido úrico o eliminarlo por completo lo antes posible, hay una serie de remedios caseros, como hervir una cebolla, una remolacha o perejil en un litro de agua y tomar una taza de esta agua tres veces al día quince minutos antes de cada comida y durante una semana seguida. También puedes triturar una patata cruda pelada hasta transformarla en líquido que mezclaremos con un litro de agua, para tomarlo quince minutos antes del desayuno y de la cena.
Podemos también hervir cinco minutos en un litro de agua dos manzanas partidas en trozos con el corazón retirado, para beber esa agua. También tomar bicarbonato disuelto en agua o triturar un apio y mezclarlo con piña en forma de batido o comer cerezas y frutos rojos, pepinos, o beber zumo de lima.
Frío y comidas copiosas, estos son los peligros de la época estival. Recuerda abrigarte y comer de manera saludable para evitar que estos dos males no te afecten y puedas disfrutar mejor de las Fiestas.
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