Los sanitarios catalanes rechazan las palabras del Síndic de Greuges, Rafael Ribó, quien ha atribuido a la llegada de pacientes de otras comunidades autónomas los "problemas de la sanidad catalana". Médicos y enfermeros han alertado de que los déficits del sistema público en Cataluña se explican por la "falta de inversión" de la Generalitat, y en ningún caso por la llegada de pacientes de otras autonomías.
Lo han explicado, por ejemplo, profesionales de Vall d'Hebron de Barcelona, el mayor hospital de Cataluña. "El sistema público en Cataluña está sectorializado. Cada paciente, según el domicilio en el que esté empadronado, tiene asignado un hospital de tercer nivel. No puede pedir operarse en otro, solo solicitar un médico concreto", han explicado. ¿Y los enfermos de otras autonomías? "Las urgencias y emergencias están cubiertas con arreglo a los principios del Sistema Nacional de Salud. Pero los seguimientos, visitas sucesivas y operaciones, no. Hace un seguimiento y determina si pasan por el quirófano el médico de cada zona de España", han aclarado.
Convenios para dolencias graves
Solo existe una casuística en este sentido, y son los CSUR (Centros, Servicios y Unidades de Referencia) del Sistema Nacional de Salud (SNS). Estos equipamientos [consultar aquí] se crearon en 2006 con el fin de garantizar la equidad en la prestación sanitaria entre nacionales. La propia Vall d'Hebron participa como CSUR en 20 especialidades, incluyendo los tratamientos contra el cáncer mediante el Vall d'Hebron Instituto de Oncología (VHIO). Los compensa el Fondo de Cohesión Sanitaria, una partida incluida en los Presupuestos Generales del Estado (PGE) y que se creó por Real Decreto en 2006 [consultar aquí].
Es el único caso de movilidad en la asistencia sanitaria salvo las urgencias. En cualquier caso, los sindicatos cuentan un "número pequeño" de pacientes que participan en estas derivaciones de región a región. "El grueso de pacientes de un hospital es el que tienes asignado por tu padrón. La única manera de burlar este mecanismo es empadronar a familiares de forma falsa, algo que se puede hacer, pero es muy raro", insisten. ¿Y los extranjeros? "Se emite factura o se deriva al consulado o embajada", ilustran.
"Cortina de humo"
Las palabras de Ribó sobre las carencias de la sanidad pública catalana, pues, son "una cortina de humo" para tapar la falta de inversión de los últimos gobiernos autonómicos en el sistema de prestaciones sanitarias. "Lo que dice este señor es una barbaridad y una cortina de humo. Lo nuclear aquí es dotar el sistema de la financiación adecuada, algo que llevamos años sin ver tras los recortes ejecutados por los gobiernos de CiU en el pasado", han señalado. De hecho, a los empleados públicos catalanes, también a los médicos y sanitarios, se les adeuda aún el 5% de las retribuciones que se descontaron en 2010.
Cabe recordar que en el corte de junio (primer semestre), hasta 168.108 pacientes esperaban una intervención quirúrgica en un dispositivo de la sanidad pública catalana, con una demora media de 146 días, según datos del SNS. La cifra supuso un ligero incremento del 3% respecto al conteo de diciembre de 2018 y un récord en siete años en el guarismo global. En el caso de la lista de espera para visitar a un especialista, el número total de pacientes alcanzaba los 322.576 a finales de junio, con una espera media de 95 días.