Un hombre de 42 años fue detenido en Palma de Mallorca el pasado miércoles cuando intentaba entrar por la fuerza en la vivienda de su exnovio, de 81 años. Al arrestado se le imputan los delitos de coacciones y amenazas en el ámbito familiar después de que golpeara la puerta en repetidas ocasiones con un piquete de considerable tamaño.
Fue su expareja quien llamó al 092 y, tras acudir la Policía Local, los agentes se encontraron con el hombre de 42 años gritando ante la puerta de su exnovio, en la quinta planta del inmueble. La presencia de los policías no frenó los porrazos del agresor contra la puerta y los agentes tuvieron que reducirle.
"Estaba lloviendo y no tenía dónde ir"
El detenido le dio entonces su versión de lo que había ocurrido a la policía, señalando que su expareja le había echado de casa hacía unos días y, como "estaba lloviendo y no tenía dónde ir", había decidido volver al domicilio de su expareja.
La víctima, por su parte, abrió la puerta a los policías, pero acabó desmayándose dado su estado de nerviosismo, confesando después a los agentes que su exnovio no aceptaba la ruptura y por ello se había personado en su casa.