Yulia, la mujer asesinada el lunes en El Prat de Llobregat (Barcelona) a manos de su marido, planeaba divorciarse de su agresor.
Así lo ha afirmado Marisa Fernández, abogada de la víctima, quien ha desvelado que la mujer se personó su despacho en octubre después de acudir, en julio, a urgencias del Hospital de Bellvitge tras una agresión de su marido.
La citación que nunca llegó
A pesar de todo, descartaron denunciar "con la copia del informe médico porque la credibilidad es inversamente proporcional al tiempo que pasa desde la agresión".
No obstante, los hospitales suelen notificar a los juzgados todos los casos de agresiones, por lo que Yulia debería haber recibido una citación judicial por los hechos, que nunca llegó y la abogada no sabe por qué.
Maltrato psicológico
Sin embargo, Fernández ha señalado que "no había un miedo físico, pero sí una violencia psicológica muy grave" que asegura que el hombre ejercía también contra los hijos.
La pareja tiene tres hijos menores de edad por quienes la jueza ha alertado a la Dirección General de Atención a la Infancia y a la Adolescencia (Dgaia) por posible desamparo. El hombre se entregó a la policía.