Deportista, alegre, y muy ilusionado tras haber formado una familia. Así definen su hermana Xènia, y su mejor amigo, Jorge Molina, a Eduardo Colmena, campeón de lucha grecorromana de Cataluña que fue asesinado el 22 de diciembre de 2018 en el Baró de Viver de Barcelona, cuando tenía 42 años. Al cumplirse el primer aniversario de su muerte, vecinos y familiares le rendirán homenaje en el centro del cívico del barrio, en un acto íntimo.
La intención era conseguir la medalla del Deporte para Colmena, un reconocimiento póstumo que le han denegado, a pesar de su trayectoria de más de una década en esta disciplina, en la que también se alzó con el título de subcampeón de España. El impulsor de la iniciativa fue Félix Calvo. “Como no lo conseguimos, queremos conmemorar el primer aniversario del asesinato”, explica. Él no llegó a conocer a Edu, pero su historia lo conmovió. “Me enteré por redes y me impactó mucho, porque se habla mucho de violencia de género, pero él era una persona realmente implicada, y eso le costó la vida”, relata.
Defensa de las mujeres
Y es que Edu, ante la reiteradas agresiones de un clan, el de ‘Los Santiago’, a las mujeres de Baró de Viver, no agachaba la cabeza. El exluchador, que ya llevaba tiempo retirado y ejercía de monitor, según explica su hermana, se revelaba contra todo aquel que cometía una injusticia. Fue el caso del ataque a la esposa de Jorge, motivo que le llevó a enfrentarse a uno de los miembros de la conflictiva familia que atemorizaba al barrio.
“Lo mejor que tenía es que era muy buena persona, a parte de ser un chaval deportista, no le gustaban los abusos, siempre estaba pendiente de su familia y de sus amigos. Siempre pendiente de nosotros, y su muerte se produjo porque defendió a mi mujer a mis hijas. ¿Qué voy a decir de él? Que era una bellísima persona”, se emociona Molina. Tampoco prosperó la petición de concederle la medalla al Mérito Civil a pesar de que el incidente que desencadenó su ejecución fue defender a la víctima de una agresión.
Diables de Bon Pastor
Para honrarle, el 21 de diciembre se proyectará un vídeo que repasa su trayectoria deportiva en el centro cívico del barrio. Tras este, los Diables de Bon Pastor harán una ofrenda de fuego. A Jorge también le gustaría organizar un torneo de lucha o fútbol en nombre de su mejor amigo. “Algo discreto porque la familia no quiere que se le dé mucha trascendencia al evento, porque todavía no ha pasado tiempo suficiente, y ver fotos no es nada fácil”, apunta Calvo.
Xènia explica que su sobrina, la hija de Eduardo, “empieza a estar mejor”. “Hasta hace poco, cuando veía algo de él decía ‘esto es de papá’, ahora empieza a olvidarse”. En febrero cumplirá cuatro años. No es fácil, admite, hablar de su hermano, a penas un mes antes del primer aniversario de su muerte, pero señala que el homenaje “centrado en el deporte” le hace “mucha ilusión a toda la familia”.