Algunos agentes de la Benemérita desplazados a Cataluña por el dispositivo de la condena del 1-O tienen que adelantar de su bolsillo más de 600 euros en concepto de alojamiento. Una situación que la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) ha denunciado ante el director general del cuerpo, Felix Azón, quien asegura que se están tramitando los pagos, aunque éstos todavía no han llegado.
Guardia Civil en Cataluña / CG
El portavoz del sindicato, Juan Fernández, explica a Crónica Global que la situación que viven los agentes destinados en el territorio, pese a la antelación con la que se preparó el dispositivo, es cada vez peor. “No saben cuándo podrán volver a sus casas, no tienen relevos y sus jornadas laborales son de 12,14 o 16 horas diarias”.
Agravio comparativo
Desde AUGC lamentan que sea una situación exclusiva que sufren los guardias civiles. “La Policía Nacional pactó un precio cerrado de 40 euros en los hoteles, mientras que nuestros agentes desembolsan 55 o 65 euros diarios para habitación”, relatan desde la organización.
Cuando el pasado 15 de octubre, el Ministerio de Interior envió a otro millar de agentes a Cataluña, el responsable de firmar la instrucción, el propio Azón, aseguró que recibirían compensaciones económicas por la presentación del servicio. Lejos de ello, afrontan, de su bolsillo, el gasto que supone prestar servicio en una comunidad diferente a la destino, y sostiene que la situación "va de mal en peor".
“Olvidados” por el Gobierno
A principios de mes, el secretario general de la asociación, Alberto Moya, lamentó el abandono por parte del Gobierno y explicó que la situación entre los profesionales del cuerpo era de "desánimo e incertidumbre".
A pesar de que los mandos les habían trasladado que "las condiciones eran las idóneas", sus compañeros denuncian jornadas maratonianas, y pésimas condiciones de alojamiento. "Es un agravio comparativo con el resto de cuerpos. Los agentes de la Policía Nacional han podido regresar a sus destinos a descansar, y los guardias civiles no", explicó entonces Moya.
Cuerpo militarizado
Al ser un cuerpo militarizado, recuerda Fernández, “los agentes tienen muy pocas opciones”. Aunque el sindicato transmitió su malestar a la Dirección General del cuerpo, lo único que pueden hacer es “esperar”.
Desde la asociación manifiestan que Azón “tras un año y medio en el cargo está a un paso de convertirse en el peor director de la Guardia Civil” por “ir en contra de los intereses” de los agentes en cuestiones como el salario y la imposibilidad de conciliación laboral y familiar. Por este motivo han convocado protestas el 11 de diciembre frente a las delegaciones del Gobierno.