Un cliente de una discoteca catalana ha denunciado que el club le vetó la entrada por el color de su piel. El joven ha grabado un vídeo, que se ha viralizado en las redes sociales, en el que denuncia que acudió el fin de semana a Waka Sabadell y no le dejaron entrar "por ser negro". El equipo de seguridad del establecimiento ha negado que concurra racismo y ha subrayado que "hay porteros y clientes de todas las razas y orígenes".
La grabación la ha compartido un usuario de Twitter y se ha hecho eco Diari de Sabadell. Este medio ha concretado que el joven se llama Erik y tiene 21 años, y que el presunto incidente racista tuvo lugar en el establecimiento el sábado, 2 de noviembre. Lo que no ha podido ser cotejado es el contenido de la denuncia del cliente. Asegura en la grabación de móvil que se ha personado en el local con un grupo de chicos y "le han chutado --por negado el paso-- por ser negro" habida cuenta de que con él "ha entrado un montón de gente, y lo siento por la expresión, blanca". En el montaje, Erik alerta de que ha grabado el vídeo con un dispositivo móvil después de interponer una hoja de reclamación y llamar a los Mossos d'Esquadra, que "han venido y no han hecho nada".
"Hay gente de todas las razas y orígenes"
En conversación con este medio, un portavoz de la empresa Bull Control, que lleva la seguridad de Waka Sabadell, ha respondido que la empresa "ejerce el derecho de admisión con todo tipo de gente que crea problemas, como peleas, pero no en función del color de la piel". La misma fuente ha precisado que "acceden al club sin problemas todo tipo de personas, ya sean con apariencias distintas o de etnia gitana. Y lo hacen sin problema alguno salvo que, como el resto, pongan en riesgo la seguridad de otros clientes".
El representante ha informado de que "no le constaba el incidente" denunciado por el fiestero mediante un vídeo viral, aunque sí la existencia de algunos clientes, incluido alguno de raza negra, a quienes no se permite el acceso porque han generado graves problemas de orden público en el interior del establecimiento. "Hay un chico negro a quien no se le deja entrar porque en el pasado pegó a otro cliente", ha defendido el intercloutor.
Segundo incidente en tres meses
Las versiones contradictorias de lo sucedido en la discoteca catalana el 2 de noviembre llegan tres meses después del último incidente con un trasfondo supuestamente racista en Waka Sabadell. En aquella ocasión, otro usuario denunció en las redes sociales la "paliza" a un grupo de jóvenes que intentó entrar ilegalmente al local encaramándose a las vallas de una zona no accesible al público. En la grabación de móvil se observaba al equipo de seguridad interceptando a la pareja de fiesteros, aunque también lanzando a uno de los jóvenes al suelo y haciendo ademán de patear al menos a uno de ellos.
La empresa que opera la seguridad del local argumentó que la pareja había estado vendiendo entradas falsificadas ante el club. También alegó que la pareja de una de las víctimas "había agredido a los porteros" con un cinturón. No obstante, suspendió de empleo a uno de los controladores de acceso a la espera de esclarecer el incidente.