Tormenta en Barcelona por la muerte de la delfín más longeva del Zoo. Anak, de 34 años, falleció el miércoles por la noche a causa de un virus. La pérdida del icónico animal llega después de que el personal del parque de fauna detectara una enfermedad en el delfinario que ha terminado segando la vida del cetáceo.
En un comunicado, el Ayuntamiento ha apuntado al "origen vírico" de la dolencia que ha acabado con la vida de Anak. El personal de la instalación trató al mamífero, pero éste no respondió a los cuidados y acabó muriendo. Los otros tres ejemplares sí han respondido al tratamiento y evolucionan favorablemente. El Ejecutivo local ha subrayado que el personal del Zoo llegó a recurrir a especialistas en este grupo animal al ver que el virus se transformaba en una afección digestiva grave. Sometieron los profesionales a la delfín a vigilancia intensiva, pero no pudieron hacer nada por salvar su vida.
Traslado incumplido
La muerte de Anak y la enfermedad en el delfinario que afecta a los otros cetáceos ha activado las alarmas entre los colectivos animalistas y la oposición municipal. Algunos concejales han criticado al equipo de gobierno de la alcaldesa Ada Colau por incumplir el anuncio de traslado de los animales tras el cierre del espacio, que se anunció en julio de 2018. En aquel momento, el Ejecutivo local avanzó que recolocaría a los ejemplares en un santuario. Se habló del refugio para delfines de Baltimore (Estados Unidos) durante meses, pero este proyecto se ha demorado por la falta de ubicación. El Zoo sondeó después otras instalaciones europeas, pero no ha conseguido cerrar el traslado de los animales.
Esta demora es precisamente la que ha afeado Jordi Martí, concejal de Junts per Catalunya (JxCat). "Si Ada Colau y Janet Sanz hubieran trasladado los delfines en el mandato anterior, nos habríamos ahorrado su muerte", ha tuiteado el concejal como respuesta a la noticia del fallecimiento de Anak.
Cuatro hijos
Tras la noticia de la muerte del animal, ha anunciado el Zoo que realizará una necropsia para determinar las causas exactas de la defunción de la hembra. Anak era la matriarca de los cuatro delfines que moran aún en las instalaciones de la reserva animal. Llegó al lugar en 1990, y los veterinarios calculan que tenía 34 años, una edad avanzada para su especie.
Durante el tiempo que permaneció en el Zoo, Anak tuvo cuatro hijos, dos de ellos hembras y otros dos machos. Todos ellos, que han sido bautizados con los nombres Blau, Tumay, Nuik, Kuni y Leia, continúan en el antiguo delfinario, ahora inactivo, a la espera de que los técnicos hallen un zoo o un santuario de animales que se haga cargo de ellos. Sobre el resto de animales que moran en la reserva pende también incertidumbre: Colau consiguió aprobar el nuevo plan del zoo el pasado mandato. La iniciativa, con 64,4 millones de presupuesto y conciencia verde, aún no ha despegado.