Las tiendas de souvenirs del Park Güell pagan las multas antes que reubicar sus productos
De los 32 comercios expedientados, tan solo dos de ellos han corregido las deficiencias detectadas en la primera visita de los inspectores
1 noviembre, 2019 00:00Incumplir la normativa que regula los comercios que venden souvenirs no es un problema para los propietarios de las tiendas. Los comerciantes de los alrededores del Park Güell, aunque parezca contradictorio, están dispuestos a asumir las penalizaciones antes que rectificar.
¿El motivo? Su economía. La sanción entra dentro de un proceso burocrático largo que, en su mayor castigo, acaba con multas de entre 500 y 3.000 euros. Los comerciantes se plantean abonar este importe, en caso de que sea necesario, sin reubicar sus productos dentro de la tienda, tal y como está especificado por el Distrito de Gracia.
Segunda atracción turística de la ciudad
El Park Güell es la segunda atracción turística más grande de Barcelona, por lo que las tiendas de venta de recuerdos y especialmente enfocadas al turismo han proliferado en los últimos años.
Por ello, las quejas de los vecinos a causa todo el revuelo generado --comercios, autobuses que suben al parque, masificación de gente-- propiciaron que el Ayuntamiento de Barcelona estudiase algunas medidas para regular el auge del turismo.
30 expedientes
El Ayuntamiento de Barcelona ha abierto 30 expedientes sancionadores a las tiendas del entorno del Park Güell y de la Casa Vicens por incumplimiento de dicha normativa.
El número de comercios afectados es de 55. De la totalidad de ellos, 32 incumplían las obligaciones, y solo dos corrigieron las deficiencias detectadas en la primera visita de los inspectores.
¿Cómo funciona el procedimiento?
El Distrito de Gracia ha intensificado sus medidas. De este modo, mediante inspecciones, se pretende que los comercios que venden recuerdos de la ciudad regulen su contenido, con el fin de que los souvenirs no sean el plato principal en las tiendas.
Los inspectores llegan al local, estudian la disposición de los complementos, avisan a los propietarios de los cambios que se deben realizar, abren un expediente remarcando lo que hay que modificar, envían una carta al establecimiento, y en un periodo de 10 días vuelven a asistir al comercio para comprobar que se ha aplicado la medida en cuestión.
Sanciones
Las sanciones van entre los 500 euros y los 6.000 euros. La medida más dura, en caso de reincidencia, es la del cierre del local.
Tener productos en el escaparate, no agrupados y visibles desde la vía pública motiva una sanción de 500 euros. No disponer de la licencia para venderlos se castiga con una pena de 3.000 euros. No tener licencia y no ser legalizable supone un importe de 6.000 euros, aunque la mayoría de las sanciones se producen por el primer supuesto.
Nadie cumple la normativa
El consistorio afirmó que este plan afecta también a los comercios que no destinen más de un 20% de su superficie a la venta de souvenirs, ya que tienen la obligación de agruparlos y diferenciarlos del resto sin que estén visibles desde la vía pública.
La presidenta de la Associació de Comerciants de Travessera de Dalt, Virginia Espada, explica que muchos locales sin licencia vendían souvenirs y que con la masificación del turismo “se ve muy afectado el comercio de proximidad”.
Problema
La ley que aprobada por el consistorio exige que tan solo el 20% de los productos de las tiendas pueden ser souvenirs --imanes, flamencas…-- y el otro 80% restante tiene que ser producto nacional --camisetas, vestidos--, sin estar enfocado directamente al turismo.
“Los comerciantes aplican esta normativa al contrario, un 80% de souvenirs y un 20% de producto local, y algunos de ellos los venden sin tener licencia”, resume Espada.