Lavado de cara en Poblenou para acoger a nuevos inquilinos del 22@
Derribos para evitar asentamientos ilegales y comenzar a construir nuevas oficinas que acogerán a empresas del distrito tecnológico
11 octubre, 2019 00:00Solares vacíos, derribo de viejas naves y obras en curso en los barrios de Poblenou y Llacuna. Durante las últimas semanas ha comenzado una operación de lavado de cara en varias zonas del distrito barcelonés de Sant Martí, con la que se persigue erradicar asentamientos ilegales en edificios abandonados y comenzar a construir nuevas oficinas que acogerán a inquilinos del 22@.
Mientras que Meridia Capital (Badajoz-Icària) y Barcelonesa Inmuebles (Pallars-Roc Boronat) ya han puesto en marcha sus proyectos para construir oficinas, en otras parcelas como la del antiguo Tanatorio Sancho de Ávila, que adquirió Dream Mountain por 22 millones de euros el pasado julio; o el terreno que compró La Llave de Oro (Sancho de Ávila-Pamplona) en 2017, todavía se está llevando a cabo el derribo de los antiguos edificios. Además, hasta hace pocos meses había un asentamiento ilegal en este último espacio.
Solares vacíos y asentamientos
En cambio, numerosos solares continúan vacíos. Un ejemplo es el de la calle Pallars 104, frente a las oficinas de Glovo. Cerca de dos meses atrás una empresa de derribo vació su interior, pero continúa sin actividad. Lo mismo ocurre en Pamplona 103, donde hace semanas cerraron la parcela en la que habitaba un sin techo. Se ha cercado la zona pero no hay movimiento urbanístico, ni previsión de este, al menos, a corto plazo.
“Los solares vacíos representan un problema en el barrio”, explica a Crónica Global el presidente de la Asociación de Vecinos de Poblenou, Pere Nieto. Aunque subraya que el incremento de la delincuencia en la zona no se puede atribuir a los asentamientos ilegales, constata que “las ocupaciones generan molestias”, como también el incremento del turismo y la delitos asociados.
Derribos para evitar ocupaciones
Amador Monleón, presidente de la asociación de vecinos del Front Marítim, también admite “el clima de inseguridad” por los asentamientos ilegales. “La gente está en malas condiciones, y a veces suplen sus carencias cometiendo hurtos o robos”, señala.
Este vecino explica que la aparente tolerancia del Ayuntamiento de Barcelona con las ocupaciones de parcelas proviene de la mala imagen que da expulsar a personas en situación de vulnerabilidad. Los derribos no han atajado esta situación, ya que, aunque apunta que parece su objetivo, constata que las personas se instalan de igual manera en los solares vacíos. “Fuerzan las vallas y se meten allí con lo que pueden, cartones, trozos de uralita o tiendas de campaña”, apunta Monleón.
Retraso del plan urbanístico
Nieto detalla que estas parcelas vacías obedecen al retraso del plan urbanístico, por falta de inversión, en el caso de las de titularidad pública, y de la especulación en el caso de las privadas. “Es cuestión de interés económico. Por eso pedimos un esfuerzo a la hora del buen desarrollo del barrio y que los solares se mantengan en buen estado”.
El presidente del Eje Comercial de Poblenou, Miguel López, señala que los derribos de naves abandonadas y el proceso de construcción de nuevos edificios es beneficioso para el barrio. Eso sí, advierte de que no supondrá “una disminución de la delincuencia” en la zona. ¿El motivo? Apunta, haciéndose eco de lo que le trasladan sus asociados, que los autores de los últimos robos “provienen de otras partes de Barcelona y llegan en metro”. Así, admite que existe una sensación creciente de inseguridad.
Desarrollo del 22@
El clamor de los comerciantes es que se descentralice la ubicación de las tecnológicas. “La aglomeración más grande se produce en la parte de Glòries, cuenta López. Por ello pide que se distribuyan por todo el distrito de Sant Martí.
El consistorio de la capital catalana ha concedido licencias para 22.000 metros cuadrados de suelo en los últimos meses. En la actualidad hay 43.000 metros cuadrados en construcción y se ha solicitado permiso para edificar 275.000 metros cuadrados más.