Como hace 20 años, con la crisis de las vacas locas, el consumo de esta carne está de capa caída. Entonces la famosa Encefalopatía Espongiforme Bovina (EEB) sacudió los mercados y desplomó el consumo. El sector, que mantiene 150.000 empleos directos y 145.000 en actividades auxiliares, culpa a la moda vegana y animalista de rechazarlo por impacto ambiental, sostenibilidad o bienestar animal.
El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, cifra en 666.600 toneladas la producción anual de carne de vacuno, ternera o añojo, novillo o buey. Casi 163.000 se exportaron a la UE y a países terceros. Generaron un valor de 3.363 millones de euros, el 18% de la producción final ganadera.
Caída imparable
Tradicionalmente, esta carne se identificaba y compraba por su sabor, aspecto y terneza. Hace apenas 50 años se consideraba un lujo y en Castilla o Galicia era la carne por excelencia, si no se especificaba otra.
Pero por sexto año consecutivo, las ventas han seguido cayendo hasta acercarse a los niveles del año 2000. Los analistas aseguran que se está consolidando una tendencia imparable que comenzó con la crisis económica.
Los datos son elocuentes: el consumo anual per cápita ha bajado hasta los 46,19 kilos de media el año pasado, un 3% menos que en 2017. Es especialmente bajo en parejas con hijos pequeños --apenas 33 kilos-- o jóvenes independizados y hogares unipersonales.
Mala prensa
Los responsables del sector consideran que en el descenso ha sido clave la difusión en redes sociales y otros medios por parte de algunos médicos, famosos, grupos de animalistas, veganos, feministas y alternativos que desaconsejan su consumo.
“Tiene, como se decía antes, inmerecida mala prensa”, lamenta un ganadero de Castilla y León, comunidad que encabeza el censo de ganado bovino español con más de un millón de cabezas y 20.020 explotaciones.
Otros aseguran que Instagram, por ejemplo, se ha convertido en un “altavoz” para que los influencers defiendan la dieta vegana como ideal para estar guapo y en forma, con recetas basadas en frutas, verduras y hortalizas, cereales, frutos secos, semillas y especias.
Macrocampaña sin precedentes
Para el sector, con fuerte arraigo y contribución al mantenimiento rural, los críticos con el consumo de carne han generado una campaña de comunicación global en la que solo se escucha su voz.
Como respuesta, productores y comercializadores han puesto otra marcha para resaltar la importancia de su trabajo y su impacto en la sociedad. Reivindican una dieta equilibrada y saludable como la mediterránea, Patrimonio de la Humanidad, en la que el consumo de proteína de origen animal es imprescindible. También quieren desterrar la idea de que quienes disfrutan con su trabajo en el sector o consumiendo un suculento chuletón no deben esconderse o sentirse criminalizados o “señalados”.
Razones y fans
Bajo el lema Deja que hable tu paladar, la campaña se fundamenta en un documental de cinco capítulos, fruto del trabajo de dos meses, que empezarán a emitirse en octubre. No solo trata, según Javier López, director de la Provacuno, de hacer oír la opinión del sector, sino también y de forma especial la de “cientos de miles de fans de esta deliciosa carne”.
Participarán ganaderos, consumidores, grandes chefs, investigadores, veterinarios, amantes de los animales, nutricionistas, presentadores de TV y paleontólogos. Darán sus razones para apostar por el consumo responsable de esta carne. La campaña también llegará a televisiones, revistas y diarios, redes sociales (@Fansdelvacuno en Facebook e Instagram), eventos deportivos, ferias sectoriales y puntos de venta.
Ofensiva ante mataderos
En España todavía no se han producido acciones de boicot como las “murallas veganas” para impedir comprar carne en un supermercado de Auckland (Australia). Se han limitado a protestas frente a la popular franquicia del Museo del Jamón en Madrid.
Pero, coincidiendo con el inicio de la campaña, el próximo 5 de octubre activistas y defensores de la liberación animal se manifestarán en Binéfar (Huesca), Barcelona, Madrid, Las Palmas y Valencia contra los mataderos, instalaciones “que devastan la vida de los animales no humanos y tienen graves consecuencias para el medioambiente”, según los organizadores.
Las protestas han sido convocadas por las plataformas Ni un matadero más (Barcelona), Ni matadero ni matadores, Liberación Animal (Gran Canaria) Feministes Antiespècies y Estudiantes por la Justicia Animal (Valencia).
La marcha principal tendrá de nuevo como destino el macromatadero de Binéfar, donde se sacrifican 7 millones de cabezas por año y 32.000 al día. Junto a esta crueldad, denuncian los convocantes, se emiten 126 toneladas de CO2 cada día y 1,3 millones de metros cúbicos de basura contaminante cada año.