La editorial Anagrama ha celebrado su 50 aniversario este jueves en Barcelona con una fiesta a la que han asistido más de un millar de invitados procedentes de todo el mundo. Una ceremonia donde no han faltado el humor y la diversión.
Jorge Herralde, fundador del sello, ha destacado que “se sentía abrumado por la ajetreada fiesta y el homenaje que el mundo de la cultura ha dedicado al aniversario”. En su breve intervención, se ha enorgullecido del sector, y ha definido su oficio como "el más bonito del mundo".
"Sello indestructible"
La consolidación y potencial del sello han sido uno de los apuntes en un discurso que no ha obviado las dificultades que atraviesa el sector. La digitalización es "el gran reto que tienen por delante Carlo Feltrinelli --actual propietario mayoritario-- y su equipo en un momento cada vez más complicado. No será fácil", ha precisado.
Aun así, Herralde se ha mostrado firme al asegurar que "la editorial seguirá siendo indestructible por los siglos de los siglos". Anagrama, de forma más sistemática, trae autores extranjeros a Barcelona, lo que supone una fuente de riqueza intelectual, fuerza de atracción y movimiento de firmas de prestigio para la capital catalana.
4.000 títulos publicados
Entre los invitados al evento se encontraban desde editores, agentes literarios y autores como Richard Ford, Jean Echenoz, Soledad Puértolas y Hanif Kureishi, hasta autoridades políticas como la consellera de Cultura, Mariàngela Vilallonga, y la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau. La presencia de la líder de BComú “no estaba prevista, pero finalmente se ha colado”, ha ironizado Herralde.
La editorial fue fundada en los años setenta del siglo XX con el fin de convertirse en un sello independiente. A lo largo de sus 50 años ha publicado alrededor de 4.000 en una constante búsqueda de nuevas voces y reinventando clásicos tanto en narrativa como en ensayo.
50 años de intelectualidad
"Conozco pocas editoriales comparables a Anagrama", ha dicho Feltrinelli, quien considera que ninguna cuenta con la tenacidad de Herralde, que a diario ha ejercido su libertad por seleccionar, confrontar, promover y publicar sus novelas.
También ha destacado que las obras fueron un antídoto increíble en la España de Franco hace medio siglo, mientras que actualmente son "un ingrediente muy significativo de una Europa vital, democrática, razonada y abierta".