Un hombre armado con un cuchillo se ha atrincherado esta tarde en una céntrica pizzería de Barcelona y posteriormente ha sido reducido por los Mossos d'Esquadra.
El incidente se ha saldado sin heridos aunque ha causado pánico entre los empleados del negocio y los vecinos.
Un joven de unos 30 años
Los hechos se han producido pasadas las 20.00 horas, cuando un joven de unos 30 años y armado con un cuchillo de grandes dimensiones ha entrado en un bar de la calle Sicilia.
Cuando el hombre se ha percatado de que había atraído la atención de los camareros y los clientes, ha salido corriendo a la calle y se ha refugiado en una pizzería contigua, situada en el número 113 de la calle Sicilia, a la altura de Casp.
Reducido tras refugiarse en la pizzería
Nada más entrar en el local, el joven ha subido al primer piso --reservado para los empleados-- y se ha encontrado con un repartidor, que ha huido por las escaleras.
Los trabajadores de la pizzería han avisado a los Mossos, que han desplazado tres dotaciones al local en pocos minutos y han reducido al hombre sin que este ofreciese resistencia.
Síntomas de desequilibrio mental
Una vez controlada la situación, los agentes de la policía autonómica ha retenido al hombre en el primer piso de la pizzería a la espera de que llegara una ambulancia, pues presentaba síntomas de algún tipo de desequilibrio mental.
Mientras tanto, la pizzería ha continuado con su actividad y los curiosos que se habían concentrado en la zona se han ido dispersando.
Trasladado al Hospital de Sant Pau
Poco después de las 21.00 horas, una ambulancia del SEM ha llegado al local y el joven ha sido reconocido por los sanitarios.
Posteriormente, el hombre ha sido trasladado al Hospital de Sant Pau, custodiado por los Mossos.
Sin amenazar
Testigos presenciales de los hechos han asegurado que el hombre, pese a llevar un cuchillo, no ha amenazado a ninguna de las personas que se ha encontrado a su paso.
También han descrito su comportamiento como el de "una persona visiblemente drogada". Otros testigos han asegurado que el asaltante tenía en su muñeca una pulsera similar a la que llevan los pacientes ingresados en los hospitales.