Haciendo un breve ejercicio de retrospectiva es fácil darse cuenta de lo mucho que ha cambiado el mundo en numerosos aspectos. Esto se ve en casi todos los sectores, siendo el ámbito crediticio un claro ejemplo.

En pleno 2019 los consumidores tienen bastante asumidas las características positivas de los préstamos online. Sin embargo, lo cierto es que hasta hace bien poco era impensable que los créditos pudieran ofrecer ciertos aspectos como los que analizamos a continuación.

Posibilidad de pedirlos a pesar de estar en ASNEF

La primera característica guarda relación con la morosidad. Actualmente los préstamos con asnef los solicitan multitud de españoles, con la comodidad y tranquilidad que ello supone.

Pero, ¿qué sucedía antes? Básicamente las entidades crediticias no concedían préstamos a aquellos clientes que, por unos u otros motivos, estaban presentes en ASNEF. No es el único listado que tenían en cuenta a la hora de aprobar o rechazar peticiones, sino que también valoraban convenientemente otros como el RAI. En cualquier caso, aparecer en esta clase de listas hacía prácticamente imposible acceder a un préstamo. Todo lo contrario sucede hoy en día. ¿Qué es lo que ha llevado a cambiar la situación?

La crisis económica año 2007, dio pie a que muchísimos españoles pasasen por serias dificultades al pagar sus facturas. Gran cantidad de clientes quedaron marcados como morosos. Así pues, las empresas de créditos se vieron obligadas a aceptar sus solicitudes si no querían quedarse sin un elevado porcentaje de clientes.

A raíz de esa misma crisis, cada vez más personas demandaban soluciones financieras. Con tal de satisfacer dicha necesidad muchos empresarios no dudaron en dar forma a nuevas entidades que hicieran frente a la competencia que existía por aquel entonces.

Para hacerse con un hueco en ese mercado, las nuevas empresas hicieron hincapié en facilitar al máximo la concesión de los créditos. Muchas empresas directamente aprueban la solicitud crediticia siempre y cuando el consumidor acredite ser mayor de edad y residente en España. Por este motivo se exige solamente el DNI como documento necesario para validar la petición del préstamo.

Instantaneidad

Antes los consumidores pasaban por serias dificultades cuando tenían que hacer frente a un imprevisto económico. Y es que los prestamistas, por motivos logísticos y de falta de medios tecnológicos, requerían un dilatado período de tiempo para realizar los correspondientes trámites que concluían en la aceptación del crédito.

En la actualidad, gracias precisamente a la evolución tecnológica vivida en el sector, los préstamos se conceden instantáneamente. Así lo demuestran los minicréditos rápidos que en un parpadeo pasan a estar en cuenta bancaria para que se pueda emplear el dinero en lo que se estime oportuno.

La celeridad no solo se hace patente al solicitar importe pequeño. Los créditos de varios miles de euros también son aprobados en un tiempo récord, sabiendo los prestamistas que hoy prima la inmediatez por encima de todo. Los consumidores se informan sobre cuánto tiempo tardan las financieras de cada entidad en dar solución a las solicitudes. Tras averiguar el tiempo que puede transcurrir para la aprobación y posterior transferencia del dinero, no dudan en optar por la empresa más rápida de todas.

Todo desde casa

Gran parte de esta rapidez que es ofrecida hoy en día es fruto de la posibilidad de efectuar los trámites desde el hogar. Nuevamente se trata de una característica que no podía ni imaginarse en décadas anteriores. Y es que todos los clientes se veían obligados a acudir presencialmente al banco o a la oficina del prestamista elegido.

Por el contrario, en 2019 no se requiere desplazamiento alguno para obtener instantáneamente la liquidez necesaria para hacer frente a todo tipo de pagos. Así pues, no es de extrañar que los créditos online hayan alcanzado cifras máximas de solicitudes en España, aprobándose la inmensa mayoría de peticiones.

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