La Ponencia de Nomenclátor de las calles de Barcelona es la comisión municipal que estudia las propuestas de nombres para las vías públicas de la ciudad. De ella forman parte representantes de casi todas las áreas de representación consistorial, como son los miembros de la oficina de Vía Pública, de Urbanismo, de Población, de Relaciones Institucionales y Deportes, de Patrimonio o del Programa Municipal para las Mujeres.
La Ponencia de Nomenclátor de la Ciudad Condal recibe y estudia las propuestas de nombre para sus calles procedentes de los vecinos de la ciudad, de las entidades públicas o privadas que operan en ella, de las asociaciones o del propio seno del Ayuntamiento de Barcelona.
Decisión consensuada
Para tomar la decisión sobre qué nombre se asignará a las calles barcelonesas, la Ponencia ha de consultar con los distritos municipales sobre los posibles emplazamientos. Una vez que se ha alcanzado un acuerdo, el alcalde es el último responsable en dar su visto bueno y en hacer oficial la decisión.
Un proceso en el que nada se deja al azar y que marca la evolución histórica de la ciudad. Los nombres de las calles han cambiado del mismo modo que la urbe. Algunas otras directamente han desaparecido. Pero no todas las calles pueden decir que hayan visto modificado el título que las reconoce, algunos de los nombres más antiguos aún existentes en Barcelona provienen del medievo.
Placas
La regulación administrativa del callejero de la Ciudad Condal comenzó en el siglo XIX, momento en el que se empezaron a instalar los rótulos con los nombres de las calles. Hasta ese momento el nombre escogido procedía de la tradición popular, pero los cambios políticos y sociales impusieron que también las calles fueran un testimonio ideológico más.
Así, estos son algunos nombres de calles que han desaparecido del callejero de Barcelona:
- Avenida Víctor Hugo
- Calle Doctor Rober
- Paseo Fermín Galán
- Paseo Victor Pradera
- Calle Industria
- Diagonal del Ferrocarril