Los vecinos tomarán las calles de Barcelona este sábado por la tarde con un reclamo claro: "por el civismo y la seguridad". Un Tsunami Vecinal, como se ha bautizado al colectivo, que agrupa a 40 asociaciones y plataformas, que exigen un plan integral que ataje el repunte de delitos que sufre la ciudad. Su portavoz, Manel Martínez, explica a Crónica Global que "el problema urgente no es sacar a los manteros de la calle, sino evitar muertes en las esquinas".
Martínez critica que, lejos de mejorar la situación, se ha producido un aumento de "casos críticos y preocupantes. Sí ha habido actuaciones por parte de las administraciones, pero no son suficientes. Ni por prioridad, ni por eficiencia", lamenta. Aunque señala que los vecinos rechazan la ocupación del espacio público por parte de los vendedores del top manta, recuerda que, en estos momentos, no debe ser el foco principal de la actuación policial.
¿Aumento de efectivos?
Respecto al aumento de efectivos en la calle, Martínez, también vicepresidente de la Asociación de Vecinos (AAVV) de la Barceloneta, asume que "es más complejo que todo eso. Lo primero que se necesita es verdadera voluntad y que todas las administraciones se pongan de acuerdo para atajar el problema. No nos sirve que la alcaldesa, Ada Colau, critique al conseller de Interior, Miquel Buch, y que éste, a su vez, cargue contra el Gobierno central. Lo que queremos es que se ahonde en los motivos que han llevado a ciertos barrios de la ciudad a estar como están. ¿Que eso necesita investigación y trabajo? Por supuesto, pero también es evidente que los vecinos no pueden aguantar que en los despachos olviden lo que pasa en la calle", critica.
La principal reivindicación de los vecinos es un plan integral de ciudad. De hecho, la entidad elaboró un mapa en el que marcaba los puntos negros de inseguridad en la ciudad, donde se reitera la comisión de delitos. "Tráfico o captación de drogas; incivismo por una actividad de ocio muy concentrada, ocupación del espacio público, o asaltos con violencia de manera recurrente a unas horas concretas", detalla Martínez. "Lo que pedimos es que se lleve a cabo una acción preventiva en zonas críticas", reclama. No un simple despliegue de agentes, sino también de trabajadores sociales, por ejemplo.
Alquileres turísticos ilegales
Desde Tsunami Vecinal dejan claro que son un colectivo diverso, "apolítico", y que clama por "unas calles donde se pueda transitar, realizar las tareas cotidianas, que permita que los negocios puedan aflorar, y las empresas piensen en instalarse". Eso sí, son conscientes de que "por buenismo o dejadez, el modelo turístico de Barcelona ha provocado que, lo que antes se reducía a malestar por el incivismo, ahora se haya degradado en la ocupación del espacio y deterioro del equipamiento público".
¿Las administraciones han mirado hacia otro lado? "Pensamos que sí. Un claro ejemplo es de los alquileres turísticos ilegales. Primero, provocaron que muchos vecinos acabasen medicados para poder dormir. Y, con la extensión de estas prácticas se les ha expulsado de sus barrios por la subida de los alquileres, responsable de la gentrificación. ¿Qué hay detrás? Pisos vacíos que se han ocupado y se han utilizado para actividades delictivas", relata Martínez. En algunos casos, las viviendas se utilizan como puntos de venta de estupefacientes, que derivan "en guerras territoriales y gran inseguridad" para los habitantes de la zona.
"Parar a quien atenta contra la vida"
Desde la entidad, que agrupa a numerosas asociaciones de vecinos, señalan que la responsabilidad del repunte de los delitos en Barcelona es compartida. "Aquí hay pastel para todo el mundo. El Ayuntamiento, la Generalitat, y también el Gobierno central. Todos tienen competencias en seguridad", señala Martínez, quien también lamenta la falta de actuación de la Fiscalía. "Los juzgados tampoco son efectivos para atajar esta situación. Y los legisladores no han sabido reaccionar a tiempo. Las leyes se crean para regular la interrelación entre las personas en un territorio y, si las cosas cambian, las leyes también deben cambiar", subraya.
Sobre la actuación de Albert Batlle como concejal de seguridad de la capital catalana, los vecinos creen que "ha mostrado plena voluntad para encauzar la situación en las calles de Barcelona". Eso sí, Martínez critica que "no puede ser que se dé prioridad a un chico con una manta en el suelo, y luego pase desapercibido alguien con un cuchillo que comete una agresión". "Una cosa es que el top manta suponga una ilegalidad que se debe controlar, pero lo primero es parar a quien atenta contra la vida y delinque una y otra vez", puntualiza.
Prevención para "parar la hemorragia"
Para frenar el repunte de delincuencia en ciertas zonas de la ciudad, desde Tsunami Vecinal piden actuaciones reactivas. "Llevamos años diciéndolo. Se necesitan más recursos para los asistentes sociales, para la policía de barrio, así como para infraestructuras y evitar zonas mal iluminadas. Pero la gente solo se queda con la coletilla de más agentes", señala Martínez, quien lamenta que "más efectivos en las calles solo supondrá poner una tirita a una hemorragia. Lo que queremos es atajarla", subraya.
El clamor de los presidentes de las distintas asociaciones de vecinos es que se admita que "existen problemas concretos en puntos concretos". Y velar por que en esas zonas se incremente la presencia policial y de asistentes sociales. "No significa hacer más de lo mismo. No se trata de, hablando en plata, si tengo cuatro chorizos, pongo a cuatro agentes. A lo mejor se necesita trabajar de manera diferente, como en coordinación con los Servicios Sociales, por ejemplo". La petición es clara, cambiar el modelo de actuación que ha permitido --o no ha evitado-- que aumente la comisión de delitos.
Manifestación contra el incivismo
"¿Hay un problema de inseguridad? Sí. ¿Barcelona es insegura? No. Tiene puntos negros en los que hay que trabajar para que no se convierta en una ciudad insegura. Pero queremos huir de mensajes alarmistas que dicen que esto es el Bronx. Asaltos en los barrios han ocurrido toda la vida, pero sí que es verdad que en barrios como Sant Antoni y Ciutat Vella hay muchos más asaltos y más violentos que antes", explica Martínez. Así, resume: "No son hechos puntuales, pero la gente tampoco tiene miedo a salir a la calle".
Así, cientos de vecinos tomarán esta tarde las calles para denunciar que "hay puntos concretos, a cierta hora, en los que se repite la misma tipología de delitos, que sí son preocupantes, y ahí es donde se tiene que actuar, para que no sigan creciendo y no se enquisten, hasta que uno tenga que marcharse de donde vive para poder llevar una vida normal. Eso es lo que hay que atajar”, subraya su portavoz.