Estos son los jardines más bonitos de Girona
Entre monumentos históricos, pueblos medievales y la producción vitivinícola del cava, la provincia catalana esconde preciosos enclaves
10 septiembre, 2019 17:50La provincia de Girona está llamada a provocar un sinfín de sensaciones en las personas que la visitan. Es en su totalidad un territorio rico en cultura, gastronomía, ocio y naturaleza. Desde los pueblos de origen medieval que aún conservan el legado de su historia, pasando por los viñedos que dan el fruto del cava con Denominación de Origen, hasta los parques naturales y los jardines que pintan de verde sus paisajes.
Porque los jardines también cuentan a la hora de definir la belleza de un lugar. Aunque parezcan ser los hermanos pequeños de los parques naturales y hayan sido creados en su mayoría por las manos de los seres humanos, conforman espacios de calma y sosiego allí donde se encuentran. Rincones diseñados en la búsqueda del equilibrio entre arquitectura y vegetación. Ese el caso de los jardines más bonitos de Girona.
Jardines de Santa Clotilde
El municipio gerundense de Lloret de Mar es el hogar de los Jardines de Santa Clotilde, una muestra del movimiento novecentista de Cataluña. Situados sobre un acantilado a orillas del mar, estos jardines fueron diseñados por Nicolau Rubió i Tudurí quien se inspiró en la simetría y austeridad de los jardines propios del Renacimiento italiano.
Según los responsables de su conservación, “Rubió olvida la lección hispanoárabe del jardín francés que le enseña Forestier gracias a su colaboración en el diseño de los jardines de Montjuïc, y se desplaza hacia la recuperación del espíritu renacentista italiano, como esencia de la modernidad”.
Estanque del Ninfeo
Los Jardines de Santa Clotilde muestran a los visitantes terrazas que se superponen, caminos que se cruzan con rampas y escaleras con el agua como hilo conductor. El olor a salitre del mar impregna los rincones de este espacio natural, dando sentido al estanque del Ninfeo y a las fuentes que rompen la uniformidad del trazado. El cuadro bucólico de estos jardines lo completan los elementos ornamentales que lo decoran.
El recorrido por los jardines más bonitos de la provincia continúa en Girona ciudad. Ella acoge los Jardines de la francesa, situados detrás de la catedral gerundense románica de Santa María. A pesar de ser unos jardines de tamaño más reducido que los diseñados por Nicolau Rubió en Lloret de Mar, son igualmente bonitos y dignos de conocer.
Jardines de la francesa
La francesa que da origen al nombre de estos jardines es Madame Matieu, antigua propietaria de los terrenos. Los adquirió en el año 1922 y ostentó su titularidad hasta que en 1962 el Ayuntamiento de Girona decidió comprarlos y convertirlos en un espacio de visita pública.
Antes de convertirse en una huella natural mediterránea en medio de la ciudad histórica de Girona, los ahora conocidos como Jardines de la francesa fueron un cementerio que data de la época medieval, que entonces se conocían como domus canonicalis. En un dintel situado en la entrada principal de los jardines se puede leer esta frase.
Jardines del Doctor Figueres
El lugar privilegiado que ocupan los jardines dentro del entramado urbanístico de la ciudad permite que desde ellos se puedan ver las montañas del Canigó, en el pre-Pirineo y la torre románica de uno de los campanarios de la catedral de Girona. Aunque no es necesario levantar la vista para disfrutar de un lugar tan bello como único.
También en la capital se encuentra otro de los jardines más bonitos de Girona: los Jardines del Doctor Figueres. Si los Jardines de la francesa se pueden visitar en pleno casco histórico de la ciudad, los Jardines del Doctor Figueres están más allá de la muralla, concretamente en el antiguo barrio conocido como la Força.
Junto a la muralla
El Paseo Arqueológico de Girona, por el que discurre la muralla carolingia declarada Bien de Interés Cultural, conduce a estos jardines que alcanzan su máximo esplendor durante la primavera, momento en el que reciben más visitas de quienes llegan desde fuera de la ciudad y de los propios habitantes de la misma.
La belleza de la Girona sirve para enmarcarlos. Desde estos jardines se pueden ver parte de la estructura arquitectónica del campanario y la torre del Monasterio de Sant Pere de Galligants y el Museo de Arqueología de Girona. Los Jardines se fusionan con el entorno natural del Río Galligants y el Valle de Sant Daniel. Dando forma a uno de los jardines más bonitos de Girona.