Algunos de los rincones menos conocidos de Cataluña
La comunidad guarda muchos secretos que ofrecer a los visitantes que quieran salirse de las visitas más típicas de la región
10 septiembre, 2019 16:49Los encantos de la cosmopolita Barcelona, la belleza de los paisajes de la Costa Brava y todos los atractivos a nivel arquitectónico que acoge la región de Cataluña son de sobra conocidos. Los llamativos parajes que alberga esta comunidad es clave para que se haya convertido en una de las potencias del turismo en España, así como su clima y su oferta cultural y musical.
Pero la comunidad cuenta con muchos más encantos que ofrecer tanto a sus propios vecinos como a sus visitantes.
El castillo y la montaña de sal de Cardona
En el interior de la región de Cataluña se encuentra Cardona, una localidad de no más de 5.000 habitantes que, a ojos de los turistas, pasa casi inadvertida. Sin embargo, en su interior acoge una gran cantidad de atractivos con los que sorprender a cualquiera.
Hasta la década de los noventa, Cardona vivía de la explotación de sal sódica y potásica sobre la que se asienta. Actualmente, las galerías de sal están abiertas al público, así como todos sus pasadizos y pozos excavados. Una oportunidad única para disfrutar de uno de los grandes secretos de la región.
Camprodón, Girona
En la provincia de Girona encontramos Camprodón, una pequeña localidad medieval repleta de encantos y atractivos que bien hacen que merezca la pena una visita. Sus calles empedradas y el puente medieval que cruza el río Ter son solo dos de sus principales atractivos.
A principios del Siglo XX, gran parte de las familias burguesas de Cataluña escogieron Camprodón como el lugar en el que construir sus segundas residencias. Actualmente, es posible disfrutar de grandes construcciones repletas de belleza.
Solsona, Lleida
Solsona forma parte de la provincia de Lleida. Un lugar muy tranquilo y sosegado en el que se eleva el concepto de slow life a una nueva dimensión. Una visita a Solsona dará la sensación de haber retrocedido en el tiempo varias décadas.
Los caserones, el palacio y las diferentes iglesias que encontramos en su interior conforman una propuesta cultural repleta de belleza. Su visita es especialmente recomendable en invierno, cuando más tranquilidad se respira en el pueblo.