La segunda gota fría o DANA (por depresión aislada en niveles altos) del verano ha vuelto a Cataluña barriendo el litoral con lluvias torrenciales y dejando un vistoso tornado que ha provocado daños en el Puerto de Barcelona.
Según ha informado el Servicio Meteorológico de Cataluña (MeteoCat), los chubascos se han formado sobre la zona de Barcelona y el resto de la costa catalana com preludio al episodio de tormentas que se prolongará hasta el miércoles. En el primer día de esta nueva gota fría, los Bomberos de la Generalitat han salido hasta 30 ocasiones de los parques para drenar garajes o calles inundadas, retirar árboles o lidiar con incidentes derivados de la meteorología.
Un tornado en Barcelona
El suceso más grave ha ocurrido sobre las 15:00 horas en el Puerto de Barcelona, cuando un tornado ha barrido la zona de contenedores. La mangua de agua ha hecho trizas algunos objetos almacenados en la terminal de mercancías del Muelle de España y ha dañado los tejados de algunos almacenes, sin provocar daños importantes.
La meteorología adversa ha provocado también regulaciones en el aeropuerto Barcelona-El Prat Josep Tarradellas. La instalación ha activado el protocolo de aterrizajes y despegues ante la incesante lluvia. De hecho, algunos internautas han avistado otro tornado en la zona de Sant Boi de Llobregat (Barcelona), un fenómeno que no ha sido confirmado por MeteoCat.
Lluvias hasta el miércoles
De hecho, las tres comarcas del litoral de Barcelona se encuentran en alerta amarilla por lluvia. Los chubascos dará una tregia el lunes, aunque la inestabilidad se extenderá por el resto de la autonomía. Alerta Meteorología de que las tormentas pueden llegar en otros puntos de la región y que las temperaturas seguirán oscilando.
El escenario se complicará aún más el martes, cuando se esperan lluvias generalizadas en Cataluña, así como el el tercio norte del resto de España. La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) prevé que sigan las tormentas el miércoles, y que el tiempo dé una tregua al día siguiente, al desplazarse la bolsa de inestabilidad hacia el norte de África.
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