"Un depredador sexual y un pederasta" cada vez más agresivo. Es la conclusión de la comisión de la Abadía de Montserrat tras investigar los abusos del monje Andreu Soler. Además, el informe revela dos casos más de abusos en 1968, desconocidos hasta el momento, por parte de otro religioso; el responsable de la Escolanía, V.M.T.
El documento, que se ha publicado este viernes, reprocha que desde la Abadía "se omitió cualquier tipo de actuación" frente a Soler, que abusó de menores entre 1972 y 1999, aunque no ha podido concluir si Sebastià Bardolet, abad del monasterio entonces --85 años en la actualidad--, "escondió lo que sucedió o simplemente actuó por desconocimiento, ya que existen versiones contradictorias". Aún así, reconoce que "había rumorología suficiente para justificar una acción encaminada a reunir a los padres, actuar contra el hermano Andreu o haberlo apartado preventivamente".
Abusos de monjes
El actual abad de Montserrat, Josep María Soler, creó la comisión independiente para investigar los casos de abusos perpetrados por monjes de Montserrat el pasado mes de enero después de la denuncia presentada por Miguel Hurtado, un antiguo escolta víctima de Soler. Tras ésta llegaron una decena de testimonios más.
En su informe, la comisión atestigua que la denuncia contra Soler más antigua se remonta a 1972 y la más reciente a 1999, con relatos similares: el monje se ganaba la confianza de los menores para abusar de ellos, aunque en algún caso empleó la violencia y en otros apenas conocía a sus víctimas. "Se observa con el paso del tiempo un agravamiento del delito y más urgencia en su realización", señala el informe, que constata que todas las víctimas tenían entre 15 y 17 años, aunque en dos ocasiones abusó de dos de 18.
Acto de perdón
Cuando Hurtado decidió hacer público su caso y repudiar la ayuda que le brindaba el monasterio, el abad Soler comunicó el caso al Vaticano que decidió no abrir un proceso canónico porque el monje Andreu Soler ya había fallecido. El abad, que ha pedido perdón públicamente, ha reconocido que ahora actuaría "de manera diferente de acuerdo a la nueva normativa civil y canónica".
El informe reconoce que "el abuso sexual es una lacra social que afecta a todos los lugares donde hay menores" y que "demasiado a menudo se oculta y se silencia" y recomienda que el abad de Montserrat organice un acto público "de reconocimiento y de perdón".