La portavoz de Unión Sindical Obrera (USO) Ryanair, Lidia Arasanz, ha criticado este domingo "vulneraciones del derecho a huelga" por parte de la aerlínea low cost, como el uso de tripulaciones de bases extranjeras para cubrir los vuelos afectados por la protesta.

En declaraciones a los periodistas en el Aeropuerto de Barcelona, Arasanz ha afirmado que tiene "pruebas de que la empresa ha llamado a tripulaciones de otras bases de Europa para operar los vuelos desde allá", lo que para la aerolínea supondría un retraso en lugar de una cancelación, y que siguen recopilando información para confirmar si es el caso de algún vuelo operado desde Barcelona o Girona.

Coacciones

También ha explicado que, ante la convocatoria de huelga, todos los empleados recibieron un correo electrónico de la empresa donde se les preguntaba si secundarían la convocatoria: "Esto vulnera el derecho a huelga. Los sindicatos no podemos coaccionar a los trabajadores y lo cumplimos, pero la empresa vulnera nuestro derecho".

Arasanz ha explicado que los trabajadores de las bases españolas de Ryanair solo pueden sindicarse desde el 9 de enero, cuando tras un acuerdo con la empresa pasaron a estar amparados por la legislación española en lugar de la irlandesa, como estaban hasta el momento: "Antes no teníamos el derecho a sindicarnos y se firmaba en una cláusula del contrato. Pero en la normativa española todos los trabajadores tenemos ese derecho".

Huelga en septiembre

Los tripulantes de cabina de Ryanair harán huelga 10 días en septiembre (1, 2, 6, 8, 13, 15, 20, 22, 27 y 29) por el anuncio del cierre de las bases de Girona, Las Palmas, Tenerife Sur y Lanzarote, que supone el despido de unos 500 empleados

Arasanz ha calificado de "totalmente abusivos" los servicios mínimos decretados por el Ministerio de Fomento, y ha criticado que Ryanair ha cancelado todos los vuelos que no quedaban cubiertos por los servicios mínimos, lo que considera que impide que los trabajadores ejerzan la huelga.

El paro coincide en el Aeropuerto de Barcelona con el del personal de Trablisa, adjudicataria del servicio de seguridad en el aeropuerto, que mantienen una huelga indefinida desde el 9 de agosto.