La alcaldesa Ada Colau ha decidido, tras regresar de las vacaciones de verano, arremeter contra todos sus críticos, con la idea de que existe una especie de campaña en su contra, de su proyecto político de “cambio”. Colau, a través de un vídeo, ha cargado directamente contra Crónica Global, sin nombrar al medio, por las informaciones sobre las empresas de reparto que han dejado de servir en determinados barrios de la ciudad por la crisis de seguridad. Según Colau quedan muchas preguntas en el aire, tras el verano, como la que deberían contestar “algunos medios” por decir “a lo grande” que empresas de mensajería ya no repartían en algunos barrios.
Tras pedir “una rectificación” a “esos medios y los partidos políticos que se han hecho eco de un bulo”, en alusión al PP y Ciudadanos, Colau no aporta ningún dato ni información que desmienta lo que los propios trabajadores y responsables de esas mismas empresas han asegurado, tal y como ha recogido en distintas informaciones Crónica Global en los últimos días.
Las informaciones sobre MRW
¿Qué busca la alcaldesa de Barcelona? Tras incorporarse al ayuntamiento, después de que hubiera dejado a Laura Pérez como alcaldesa accidental, Colau intenta recuperar el liderazgo de su proyecto político, lastrado por una crisis de seguridad que ya no ha podido, en este caso, negar. La petición de rectificación a Crónica Global, ya la formuló la propia Laura Pérez, con una misiva a este medio, amenazando con acciones legales si no le gustaba la respuesta. Pérez pedía que Crónica Global dejara claro que las empresas de mensajería aludidas (MRW y Seur), y de e-commerce (Amazon) habían desarrollado su labor “sin variaciones respecto a las condiciones de prestación en períodos anteriores”.
Pero las informaciones señalaban lo contrario, a pesar de la posición oficial de las empresas. Trabajadores y responsables indicaban que el problema existe, y que se han cancelado servicios y peticiones en determinados barrios. El cargo más alto de MRW en el barrio del Besòs, Jordi Pros, afirmaba, en una entrevista con Crónica Global, que se había cambiado la operativa por los problemas de seguridad. “Hemos hecho cinco cambios de operativa porque el tema delictivo ha crecido en agosto”.
No solo eso. El empresario explicó que ha contratado a "jóvenes del barrio" para proteger sus envíos. Una vieja práctica que permite convivir con las mafias.
La incomodidad de Colau
Esos cambios se produjeron “desde la segunda quincena de agosto, después de que una furgoneta fuera asaltada por cuatro hombres, robaran un coche particular de un repartidor, y un yonqui (toxicómano) entrara en el almacén de la calle Pallars forzando la puerta y robara la mochila del pintor”, según Pros.
De todo ello Colau no se pronuncia en su vídeo. La reacción de la alcaldesa de Barcelona ha sido siempre la misma desde que accedió al cargo tras las elecciones de 2015: si recibe críticas, si se informa de lo que ocurre, se trata de un ataque a su propio proyecto político. La situación en su partido es delicada, y Colau se encuentra en una posición incómoda, con la mitad de su gobierno municipal en manos del PSC. Son los medios y los partidos de “la derecha catalana y española” los que van contra ella.
¿Como en Latinoamérica?
Tras arremeter contra Crónica Global y partidos como PP y Ciudadanos, Colau también ataca con dureza al Govern de la Generalitat, y, en concreto, al consejero de Interior, Miquel Buch, por reaccionar ahora con la falta de Mossos d’Esquadra, pero no antes de las elecciones municipales. Y plantea la alcaldesa tres reflexiones que muestran, de nuevo, su obsesión por abanderar un supuesto modelo alternativo político y de gestión que ha hecho aguas en todos estos años: una sobre los “colectivos más desfavorecidos”, al entender que se ha atacado a inmigrantes y menas (los menores inmigrantes que acoge la administración catalana). La segunda reflexión es sobre su propia incapacidad para afrontar los problemas, al señalar que en muchas ocasiones “no se ha hablado claro” y que, a partir de ahora, indicará quién es responsable de cada ámbito, en una alusión directa al Govern de la Generalitat, sobre los Mossos d’Esquadra. Y la tercera es ilustrativa.
Considera Colau que en Barcelona pasa como en Latinoamérica, donde a los gobiernos de “cambio” se les combate por parte del “poder económico y los lobbies”. Cuando ha sido, precisamente, Barcelona en Comú, el partido de Colau, el que ha querido importar esos debates, desde Latinoamérica, con responsables como Gerardo Pisarello, ahora diputado de Podemos en el Congreso. Colau ha decidido seguir adelante con su retórica, y asegura que mantendrá sus políticas “de cambio y feministas, y combativas con el cambio climático”, insistiendo que se ha acabado que “los grupos económicos hagan lo que les dé la gana” como, según ella, han hecho en el pasado.
Una huida hacia adelante de Colau que pone en evidencia que no ha cambiado gran cosa tras el acuerdo suscrito entre Barcelona en Comú y el PSC para lograr el gobierno municipal.