Susto mayúsculo junto a la Sagrada Familia. Los Mossos d'Esquadra han reducido hoy a un hombre que se había encaramado a una furgoneta policial situada junto a la basílica. Los agentes han reducido al individuo, que subió al vehículo y mantuvo una actitud desafiante hasta que fue interceptado por los funcionarios.
Los hechos han ocurrido sobre la mañana del jueves en la confluencia de las calles Lepanto con Rosellón. Al parecer, el arrestado se ha encaramado sin que nadie lo esperara a la furgoneta de una empresa constructora que se encontraba aparcada en el chaflán de la arteria peatonal que une la Sagrada Familia con el Hospital de Sant Pau. Tras ganar su posición, según han explicado fuentes policiales, el hombre ha empezado a insultar y amenazar a los viandantes. También se ha encarado con la policía, mostrando sus puños.
Reducido por la Brigada Móvil
Al lugar de los hechos han acudido Bomberos de Barcelona, efectivos de la Guardia Urbana, del Sistema de Emergencias Médicas (SEM) y de los Mossos d'Esquadra. Los efectivos de emergencias han cortado la calle Lepanto para desalojar al ciudadano, que no ha herido a nadie con su acción.
Tampoco ha lastimado el detenido a los agentes, ya que cuando éstos han acudido lo han hecho ayudados por diversas furgonetas de la Brigada Móvil de la policía autonómica, que participan en un dispositivo de refuerzo de la seguridad en los alrededores del templo. Ha sido uno uno de los agentes de este grupo el que ha placado al hombre y lo ha detenido con ayuda de sus compañeros.
Protección permanente
Cabe recordar que los Mossos d'Esquadra blindaron la Sagrada Familia tras el atentado yihadista del 17 de agosto de 2017 en Barcelona. Tras ello, el Ayuntamiento de Barcelona peatonalizó el entorno del templo, en línea con un aumento de la seguridad en los puntos turísticos de la ciudad condal.
Esta semana, la policía catalana se unió a la Policía Nacional en un dispositivo contra los carteristas que concluyó con la identificación de 70 presuntos cacos. Once de ellos han sido enviados al Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) por encontrarse en situación irregular en España. Uno fue detenido.