El Ayuntamiento de Barcelona ha ampliado en un 38% las infracciones de las ordenanzas municipales que pueden ser sustituidas por tareas sociales en lugar multas. El decreto aprobado por el consistorio permite realizar medidas alternativas como cursos educativos, trabajos comunitarios y mediación para cumplir sanciones, incluso las graves y muy graves.
El concejal de Derechos de Ciudadanía, Marc Serra, ha informado de que esta reforma aspira a "promover una cultura de justicia restaurativa", puesto que la finalidad de las sanciones no es recaudar dinero sino corregir conductas contra el bienestar colectivo.
Trabajos a cambio de multas
Así, en ciertos casos, el infractor podrá evitar el pago de una multa a cambio de realizar "cualquier otra actividad que el Ayuntamiento, con el consentimiento de la persona infractora, acuerde en sustitución de la sanción económica", ha informado el consistorio.
Esta normativa sustituye la regulación anterior, que data de 2013, e introduce mejoras en los protocolos de coordinación con los servicios sociales con el objetivo de "evitar que las personas más vulnerables acaben en una situación de más vulnerabilidad por este tipo de sanciones", según el concejal.
Ampliación de infracciones
Además, se introducen en los supuestos suceptibles de sustitución las sanciones por infracciones menos graves y graves --no solo leves--, a los que podrán acogerse todos los multados no reincidentes residentes en Barcelona, así como los menores de edad y las personas en situación de vulnerabilidad, residan o no en la ciudad.
En el caso de los menores, la sustitución se ofrecerá de forma expresa, mientras que los adultos deberán pedirla mediante una solicitud; las horas a dedicar a los trabajos en beneficio de la comunidad también varían en función de si el infractor es o no mayor de 18 años.