En la sociedad actual analizamos cada vez más la eficiencia energética de los electrodomésticos que adquirimos para casa. A la hora de buscar la mejor solución para climatizar nuestro hogar, nos cuesta elegir que tipo de fuente de energía usaremos (electricidad o gas) para conseguir economía y bienestar, al tiempo que somos lo más respetuosos posibles con el medio ambiente.

Ya no solo se valora el aspecto económico, sino que se evalúa con mayor atención y cuidado todo lo que se refiere a la eficiencia energética, el ahorro de energía primaria, las emisiones de sustancias contaminantes, e incluso la posibilidad de usar energías renovables que cuiden el medio ambiente.

Con el paso de los años, las empresas fabricantes de equipos de calefacción se han visto obligadas a enfocar el diseño de sus equipos en sistemas más eficientes y sobre todo que hicieran un mejor uso de la energía consumida. 

La mejor opción por economía y ecologismo

Pensando en términos de ahorro energético, eficiencia y cuidado del medio ambiente nacieron las calderas de condensación, dejando atrás a las famosas calderas estancas y a las calderas atmosféricas. Como todo el mundo no conoce los términos y mucho menos la diferencia que hay entre cada tipo de caldera, hoy, de la mano de la empresa de especializada en calderas baratas en Madrid calderabarata.es te vamos a indicar cuáles son las características principales de las calderas de gas, y te vamos a explicar porqué si tienes una antigua caldera atmosférica o estanca funcionando todavía en tu casa debes sustituirla por una moderna, eficiente y segura caldera de condensación. 

Te diremos las características de cada una, para que seas tú mismo quien saque una conclusión, teniendo en cuenta que las calderas que actualmente permite la normativa son las de condensación, aunque todavía hay muchas atmosféricas y estancas funcionando en hogares que deberían ser sustituidas por calderas nuevas. 

Las calderas Atmosféricas 

Las atmosféricas son las primeras calderas que se fabricaron y utilizaron.  Sin embargo, debido a su baja eficiencia energética y a problemas de seguridad derivados de revocos en los humos se prohibió su uso hace unos años. Se caracterizan por tener un mecanismo bastante sencillo, consistía básicamente en una serie de quemadores, que se alimentaban por un combustible gaseoso, ya sea gas natural o la famosa bombona de butano. Una vez que se alimentaba el quemador, este se encendía y se calentaba un serpentín por el que circula el agua que se calentaba hasta alcanzar la temperatura deseada.

La principal característica de las atmosféricas era que la salida de los humos se producía por tiro natural; no había ningún elemento mecánico que forzase la salida de los productos de la combustión y se podían producir retrocesos en estos humos que entraban en la estancia donde se encontraba la caldera, con el consiguiente peligro de intoxicación por parte de los usuarios.

Aún hoy en día existe un parque importante de calderas atmosféricas muy antiguas funcionando, lo que conlleva mucho gasto económico en combustible y poca seguridad para los usuarios. Deberían ser sustituidas por modelos nuevos más eficaces y seguros. 

Las Calderas estancas

Después de las atmosféricas aparecieron en el mercado las calderas estancas. Equipos que se caracterizan porque la cámara de combustión está aislada del recinto donde se instala, mejorando sustancialmente los problemas de seguridad que tenían las calderas atmosféricas, disminuyendo así el riesgo de intoxicación por monóxido de carbono. 

La principal diferencia con las atmosféricas es que un ventilador se encarga de introducir el aire necesario para la combustión y de expulsar los productos generados en la combustión. Si el ventilador no funciona la caldera se bloquea, por lo que no hay posibilidad de retroceso en los humos, y aunque lo hubiera nunca entrarían en la habitación donde está la caldera porque la cámara de combustión es hermética. En estas calderas se ganó mucho en cuanto a seguridad.

El punto a favor para recomendar el uso de estas calderas sobre las atmosféricas era la seguridad.

Calderas de condensación 

Disponen de una cámara de combustión estanca que se caracterizan por aprovechar el calor que se produce al enfriar el vapor del agua que está contenido en los humos de la combustión, justamente antes de que estos se expulsen por la chimenea. 

La diferencia frente a las antiguas radica en que en una caldera tradicional, los humos se expulsan por la chimenea, sin aprovechar en ningún momento el calor del vapor de agua por lo que están tirando al exterior una energía que podrían estar recuperando y que tendría como consecuencia un menor consumo de gas.

En las de condensación, el calor recuperado se utiliza para precalentar el agua, que por lo general retorna más fría del circuito de calefacción, por lo tanto, el consumo de gas es sensiblemente menor

Son ideales para trabajar tanto con sistemas de calefacción de suelo radiante como de radiadores que tengan una superficie de emisión alta.

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