Durante el primer trimestre de 2019, los robos con violencia en Barcelona aumentaron un 30%; fueron más de 3.500. En el mes de julio, cinco hombres murieron en las calles de la ciudad. El último, el pasado día 30, tras recibir una paliza en la zona de ocio del Port Olímpic. Un fallecimiento que se produjo solo dos días después de que otro hombre perdiese la vida en el Raval tras ser apuñalado durante una discusión. La semana anterior, un varón de 36 años fue tiroteado en el Poblenou. El día 11 se produjo otra víctima mortal tras ser apuñalada en el Eixample, y el 6 de julio un hombre falleció tras recibir varios disparos ante una peluquería en Sarrià. Ante esta situación, la plataforma Tsunami Vecinal, que integra a 30 asociaciones de 17 barrios diferentes, reclama un plan integral contra la inseguridad en la capital catalana y aumentar la vigilancia en los puntos negros, donde los delitos se repiten una y otra vez.
Su portavoz, Manel Martínez, también vicepresidente de la Asociación de Vecinos (AAVV) de la Barceloneta, explica a Crónica Global que actuaciones policiales concretas, como el despliegue en el Port Olímpic que ha autorizado el nuevo teniente de alcalde de Seguridad, Albert Batlle, no es efectivo, ya que poner el foco en una zona solo "favorece que la delincuencia se traslade a otra, como ya pasó en el Raval y Ciutat Vella", pero no a erradicarla. Pese a que el argumento que esgrime la Administración es la falta de efectivos, desde esta plataforma reclaman "una distribución inteligente de los recursos" y destinarlos a los puntos mas conflictivos.
Mapa de la inseguridad en Barcelona
En la zona del Fòrum, en el área del centro comercial de Diagonal Mar, se producen atracos constantes a clientes que entran o salen de los establecimientos, así como a turistas que se alojan en los hoteles de la zona, denuncian desde Tsunami Vecinal. Otro punto conflictivo de la ciudad es la calle Robadors en el Raval, o la plaza Folch i Torres, "que sufre muchos problemas de inseguridad". El problema, señala Martínez, es que igual que los vecinos saben qué ocurre y dónde, desde el consistorio conocen la problemática y no le ponen freno. Su propuesta se basa en una acción preventiva, y no reactiva. Piden desplegar una unidad policial en aquellos puntos en los que se detecte un repunte de la delincuencia, "como la unidad policial que había antiguamente en plaza Reial; un furgón de manera permanente, hasta que se pacificó el lugar", recuerda.
Desde los barrios reclaman presencia de agentes en zonas en las que "está aflorando la droga en la calle, donde se abusa de mujeres, y se producen robos con mucha violencia”. Además, denuncian que el aumento de la prostitución y el tráfico de drogas genera la proliferación de trifulcas y atracos. Otro de los puntos negros de la ciudad, señalan desde la plataforma, es el de las discotecas del Front Marítim. "Por eso hemos pedido que se cierren. La oferta de ocio no se debe concentrar en la misma calle, ni aquí, ni en el Raval, ni en Sarrià, porque siempre es un problema. Los operadores de ocio dirán que no pueden hacer nada, pero es obvio que su oferta también atrae a cierto tipo de público", critica Martínez.
Menores tutelados y manteros
Desde Tsunami Vecinal tienen claro que la falta de efectivos en los cuerpos policiales no puede servir de excusa para no atajar el aumento de la delincuencia en la ciudad. "Lo más importante es hacer una buena distribución de los efectivos disponibles. Después, analizar cuántos más serían necesarios. Pero es evidente que necesitamos más servicios públicos. No se trata solo de poner a más policías a patrullar las calles, sino de abordar problemas que necesitan una respuesta más efectiva y eficiente por parte de los Servicios Sociales", subraya Martínez, en referencia a los menores tutelados por la Generalitat. "¿Cómo podemos dejar a esos pobres niños, a los que todo el mundo acusa de estar atracando, en la calle? ¿Alguien cree que cuando llegan aquí, desde un país pobre, lo que desean es dormir en la calle o robar?", cuestiona.
Este vecino de la Barceloneta se pregunta cómo puede ser que las mafias los capten antes de que los atienda un asistente social. Aunque valora la iniciativa de Batlle contra el top manta, recuerda que "los manteros no crean inseguridad. Es una ocupación ilegal contra la que se tenía que trabajar, pero lo principal es poner el foco en los lugares donde se concentra la delincuencia", reitera. Y señala que, mientras se encuentran en la calle, "nadie los ayuda. Toda esa política de postín, progresista y de integración es falsa. Nadie les busca un empleo ni que puedan solventar sus problemas con la ley de extranjería". Por ello, pone sobre la mesa la necesidad de evaluar si la labor del consistorio y la Generalitat está surtiendo efecto. "Miremos si es un problema de efectivos, o si debe plantear otra manera de trabajar. Una tarea inteligente, que cualquier empresa llevaría a cabo, pero que el Ayuntamiento, como empresa pública, no hace”.
Escasa sintonía con Colau
La entidad vecinal, que también engloba a comerciantes de diversos barrios, se ha reunido en varias ocasiones con la alcaldesa Ada Colau para trasladarle la necesidad de atajar el aumento de la delincuencia en Barcelona, pero hasta el momento no han tenido éxito. "No tuvimos demasiada sintonía con el Gobierno de Barcelona en Comú. Nos decían que se trataba de hechos puntuales, y nosotros les asegurábamos, como se ha visto, que el incivismo y la inseguridad han aumentado", relata Martínez. Una vez se ha constituido el nuevo consistorio, representantes de la plataforma se han reunido con Batlle, al que han trasladado sus preocupaciones y peticiones, y aseguran que existe "buena sintonía".
A pesar de que valoran la actitud y la iniciativa del nuevo teniente de alcalde de Seguridad, lamentan que sus dos primeras actuaciones --el operativo contra los manteros y el despliegue de efectivos en el Port Olímpic-- se encamine más a los medios de comunicación que a velar por la seguridad vecinal. Esperan que el consistorio ponga por fin el foco en los puntos más conflictivos de la ciudad con "una distribución inteligente de los recursos", y piden no estigmatizar determinados barrios. "Nadie puede decir que no puede salir a la calle en Barcelona, pero sí podemos afirmar que, ciertos puntos, a determinadas horas, registran repuntes de delincuencia", alerta Martínez.