Es el municipio español que salva la ganadería nacional con el ADN. El Banco Nacional de Germoplasma Animal de Colmenar Viejo (Madrid) encabeza la batalla contra la extinción de las razas autóctonas. Lo hace con la conservación de su material genético.
El laboratorio, dependiente del Ministerio de Agricultura, tiene ante sí una titánica tarea. Según los expertos, la humanidad se enfrenta a la sexta extinción masiva de especies, a tenor de la información recabada hasta ahora. Según los datos obtenidos, este ajuste a la baja de las razas podría tener su causa en la superpoblación humana del planeta. Cualquiera que fuere la causa, algunas de las especies que están en peligro son las ganaderas.
Las reses, cruciales
Ello no es menor, ya que los investigadores creen que la cría de especies para consumo humano podría salvar a la humanidad de su propia extinción. Por este motivo es central el rol que juega el Banco Nacional de Germoplasma Animal, situado al norte de Madrid. Este banco opera en dependencias del Instituto Madrileño de Investigación y Desarrollo Rural, Agrario y Alimentario y tiene encomendada una clara tarea: la preservación de especies.
Gestionado por el CENSYRA, el hub científico construye una colección duradera y cerrada de material reproductivo de las razas autóctonas españolas. Tal y como describe el propio laboratorio, este muestrario actúa como "copia de seguridad" de la huella reproductiva ante el riesgo de la pédida de variabilidad genética de los diferentes tipos de res.
El 80%, en peligro
Además de la importancia nuclear de su desempeño, el Instituto tiene que trabajar a contrarreloj. No en vano, de las 189 especies ganaderas que existen en España, 165 son autóctonas. De estas, cerca del 80% están en peligro de extinción (140) y un número importante (20) están en fomento para diseminarlas de nuevo. Las cifras no son un problema al que solo se enfrente nuestro país. Calcula el Sistema de Información sobre la Diversidad de los Animales Domésticos de la FAO que en un 27% de los animales que viven en granjas están en riesgo de desaparición.
Es en este preocupante escenario que trabaja el Banco Nacional de Germoplasma. Conserva 72.618 dosis seminales de 895 donantes de 47 razas distintas. Asimismo, tiene en su inventario 364 embriones de 73 hembras y 44 machos de tres razas. Los guarda en tanques de nitrógeno líquido que se encuentran a 196 grados bajo cero. Las condiciones extremas consiguen que estas muestras no tengan fecha de caducidad. Mientras duren, el Banco las tiene disponibles para cederlas a asociaciones de ganaderos situadas a lo largo y ancho de España. Siempre, evidentemente, que se cuente con el visto bueno del Ministerio de Agricultura, departamento que vela en última instancia por la conservación de la diversidad ganadera.