Movimientos, sí, pero quizá no en la dirección que tocaban. El Gobierno catalán ha forzado el relevo del director del hospital Mutua de Terrassa, uno de los ocho grandes centros sanitarios de Cataluña. El cese del doctor Carles Fontcuberta se formalizó el 2 de julio y sigue al del gerente del Hospital Vall d'Hebron, Vicente Martínez, que anunció su adiós también por la mala relación con la consejería el 11 de junio, tal y como avanzó este medio.
Ahora, Crónica Global ha podido saber que la poda que está haciendo el Departamento catalán de Salud, que comanda Alba Vergés (ERC), continúa. Sobrepasa a la red pública del Instituto Catalán de Sanidad (ICS) y llega a la concertada. "Fontcuberta ha sido cesado para limar asperezas con la Consejería. No en vano, el 85% de ingresos del grupo sanitario proceden de las administraciones públicas", han indicado fuentes conocedoras. El propio doctor Fontcuberta confirmó ayer a este medio su baja, sin aportar más datos. Le ha sustituido Yolanda Cuesta Mieza, que ya fue directora médica de Mutua de Terrassa y hasta ahora pilotaba la parte privada del hospital, que se concentra en la red Áptima Centre Clínic.
Urgencias colapsadas
A la doctora Cuesta, a la sazón exdirectora médica del Hospital Sant Joan de Déu de Martorell, se le han complicado las vacaciones este año. Además de ser elegida como relevo del gerente de Mutua de Terrassa, se enfrenta a otro problema más acuciante: un insoportable tapón en las urgencias del hospital. Preguntado por la cuestión, una portavoz del centro sanitario, que sirve a una población de cerca de 427.000 habitantes de Terrassa, Sant Cugat del Vallès y Rubí, ha indicado que no constaban anomalías. Ha agregado la misma fuente que tampoco hay plantas de hospitalización cerradas.
Voces del sector de defensa de la sanidad pública discrepan. Aseguran que el cierre en verano de al menos la planta nueve del hospital y de parte de la séptima planta está causando un colapso en el drenaje de las admisiones. Este problema se agrava por la falta de médicos y el hecho de que la ciudad sanitaria tiene un proyecto de ampliación de las urgencias parado por falta de presupuesto.
"Pacientes en los pasillos"
Este medio ha podido comprobar como su denuncia tiene fundamento. Ha podido acceder a imágenes de la zona de urgencias en las que se observa a pacientes hacinados en los pasillos de la Mutua a la espera de una cama en planta. Su situación provoca un plus de peligrosidad para ellos y los facultativos que los cuidan, amén de déficit de privacidad en los enfermos.
Cabe recordar que Mutua de Terrassa es un hospital privado vinculado a la Universidad de Barcelona (UB), pero que sobrevive gracias al concierto que mantiene con el Servicio Catalán de Salud (CatSalut), la gran aseguradora pública catalana. Factura cerca de 200 millones y emplea a unas 3.000 personas. La ligazón empresarial con el CatSalut habría sido la que ha desencadenado la abrupta salida del doctor Carles Fontcuberta. Su cese se suma al de Vicente Martínez, cuya salida de Vall d'Hebron mereció una pregunta parlamentaria del PSC a la consejera de Salud, Alba Vergés.