“No tenemos efectivos, tendrán que recurrir a la seguridad privada”. Este es el mensaje que los Mossos d’Esquadra han transmitido al sector hotelero en las reuniones informales mantenidas en las últimas semanas. “Nos dicen que no tienen medios, ni los Mossos ni la Guardia Urbana, y que solo nos queda la autoprotección”, explica a Crónica Global el responsable de una cadena hotelera de Barcelona. Así lo han hecho ya, aunque con quejas respecto a la existencia de un tipo de delincuencia cada vez más agresiva. “Ya no se trata solo de la presencia de descuideros en los vestíbulos, del robo de relojes del pickpocket”, explica esta fuente. Y cita el robo a la familia real de Qatar en un hotel de lujo, donde los ladrones lograron acceder a la habitación para apoderarse de la caja fuerte. Un suceso que se une a la muerte de una alto cargo coreana a consecuencia de un intento de atraco en la calle.
Lo que dice el Barómetro municipal
Los hoteleros han reforzado la vigilancia y disponen de seguridad privada y videocámaras. Pero según explican los propios Mossos, esas medidas han provocado el desplazamiento de los delitos a zonas donde no hay tanta seguridad, como restaurantes, cafeterías, bares, Metro o comercios. Ejemplo de ello es el apuñalamiento de un guardia de seguridad de la tienda Decathlon, cometido ayer en pleno corazón de la ciudad, cuando intentaba evitar el robo a unos turistas mexicanos. El agresor es un menor de edad de nacionalidad marroquí.
¿Se han convertido las calles de Barcelona en el paraíso de ladrones? Según el Barómetro Municipal que el Ayuntamiento hizo público el pasado 28 de junio, el 27,4% de los barceloneses y barcelonesas creen que es el mayor reto al que se enfrenta la capital catalana. Esta cifra supera en 6,4 puntos la valoración obtenida en la última encuesta, en diciembre de 2018 (21%).
Gremi de Restauració: "El problema se está enquistando"
En declaraciones a Crónica Global, el director general del Gremi de Restauració de Barcelona, Roger Pallarols, considera que “no vivimos en una ciudad especialmente insegura, pero esa encuesta demuestra que existe esa sensación de inseguridad, y eso va en contra del buen posicionamiento que Barcelona tiene a nivel global. El problema es que Ada Colau menosprecia un problema que puede enquistarse”. Asegura que el sector que representa sufre un tipo de delincuencia “cada vez más agresiva”, como demuestra el citado apuñalamiento en la tienda Decathlon.
“Los comerciantes han tenido que privatizar su seguridad ante la ausencia de actuación por parte de las autoridades. Llevamos meses así, y el problema se está enquistando”, asegura.
Pallarols se muestra muy crítico con Colau, “la única alcaldable que no quiso reunirse con nosotros durante la campaña electoral”, a la que acusa de “inoperancia, dejadez y complacencia”. Asegura que la alcaldesa “se ha equivocado mucho con los agentes económicos en general y con el comercio en particular, que le ha dado un serio aviso en las urnas. Los propietarios de bares y restaurantes no pueden entender que, en un contexto de crisis y en lugar de tender la mano a un sector de microautónomos, nos dé la espalda”. El responsable del Gremi afirma que el Ayuntamiento debe recuperar el control de la ciudad desde el punto de vista de la inseguridad”.
Comerciantes del Born: "Fuimos los primeros en poner seguridad privada"
El barrio del Born fue el primero en recurrir a la seguridad privada, especialmente en los bares de la zona, porque “el Ayuntamiento pasa absolutamente de todo lo que ocurre en este barrio”, explica a este medio Marga Domingo, presidenta de la Asociación de Comerciantes del Born. Con esa vigilancia privada, “logramos erradicar a los lateros, que ahora han vuelto y también venden droga. Pero todo es gracias a la iniciativa privada”. El sector de la restauración de la plaza Reial se interesó por el sistema aplicado en el Born. “Hace unos años, el Born era el quinto barrio de referencia mundial. Entonces sí se ponía las medallas el Ayuntamiento. Hoy eso ya no es así”, se queja.
Barna Centre, que representa a los comercios del Barri Gòtic de Barcelona, ha reclamado al Ayuntamiento y a la Consejería de Interior que se aplique “un plan de choque contundente y que perdure suficientemente en el tiempo, para frenar el aumento delincuencial que asola Barcelona y su casco histórico, el que está perjudicando gravemente la calidad de vida de la ciudadanía, la actividad económica y la imagen internacional de Barcelona”. Así lo ha asegurado la asociación tras la citada agresión a un vigilante del establecimiento deportivo de la calle Canuda.
"Nunca habíamos estado tan mal"
“El aumento de hurtos, robos con violencia, delitos contra la salud pública (estupefacientes), venta ilegal de bebidas por la noche y venta ambulante ilegal asolan toda la ciudad”, añade en un comunicado, en el que se denuncia la preocupación del sector “ante el previsible aumento que ya está produciendo el verano, si las autoridades no reaccionan y coordinan sus estrategias policiales de forma urgente”.
"Los turistas se sienten víctimas de una ciudad que los rechaza y permite que se les agreda, y que en cambio cuida la venta ambulante ilegal" indica Javier Cottet, responsable de la famosa Cottet Òptica i Audiologia, situada en Portal de l’Àngel. “Hace más de 30 años que estoy en Ciutat Vella y nunca habíamos estado tan mal", sentencia.
"Hemos mantenido numerosas reuniones con todos los cuerpos policiales, pero creo que falta voluntad política", señala la presidenta de Barba Centre, Teresa Llordés. Sostiene que "la situación es inadmisible, deben presionar todas las Administraciones, ya que se ha producido un efecto llamada, desde el top manta hasta los delitos con violencia, dando una imagen de total impunidad de Barcelona". Y advierte de que “no será sencillo revertirlo".