Los menores extranjeros no acompañados (MENA) se han colocado en el centro de todas las miradas tras los sucesos del fin de semana, con la presunta violación en Canet de Mar y el abuso sexual a una joven en El Masnou. La dirección general de atención a la infancia y a la adolescencia (DGAIA) condenó los sucesos "de la forma más rotunda" y ofreció todo el apoyo a las víctimas.
¿Hay motivos para la alarma? Los menores extranjeros en centros de justicia juvenil –las cárceles para menores de 18 años– representan un 38% de los internos. Eso significa que 4 de cada 10 jóvenes en esas instalaciones responden al perfil de "vulnerables y desprotegidos, que viven en la calle, sin ningún tipo de vínculo familiar con Cataluña y sin dominio del catalán y el castellano", según el Departamento de Justicia.
Porcentaje bajo
¿Y cuánto representa ese porcentaje sobre el conjunto de los menores extranjeros? Según Justicia, existen 109 adolescentes de otros países sin referentes familiares internados en esos centros, una cifra que solo supone el 1,6% de los 6.640 jóvenes que han llegado a Cataluña en esas condiciones desde 2016.
Estos datos coinciden con "el incremento sostenido de la población de justicia juvenil", que mantiene una tendencia "al alza" ininterrumpida desde 2016. De hecho, en solo tres años el número de menores internados ha subido en 76 personas y la ocupación de los centros se ha situado en cifras que rozan el 90%, cosa que el propio departamento reconoce que se debe también al aumento de estos perfiles. Por ello, se ha añadido un 12% de plazas.
Múltiples delitos
A pesar de estos datos, los Mossos d'Esquadra aseguran que únicamente un 18% de los menores no acompañados ha delinquido en Cataluña, aunque la sensación sea mucho mayor. El problema, según los estudios policiales, se debe a que la mayoría de los que delinquen una vez vuelven a hacerlo.
Otro problema añadido. Muchos de los que llegan se dejan llevar por los que ya están aquí y se han dedicado a cometer delitos. De hecho, la policía trabaja –en uno de sus planes de prevención sobre este colectivo presentado en abril– para evitar que quienes pisan Cataluña por vez primera tomen decisiones equivocadas y puedan verse perjudicados: sea como víctimas o como perpetradores. La mayoría responde por pequeños hurtos, de menos de 400 euros.
¿Abandono administrativo?
Otro de los problemas que se plantean con este colectivo es qué sucede con aquellos que cumplen 18 años. Fuentes de DGAIA se limitan a responder que un 33% tiene el "expediente cerrado por decisión propia y voluntaria" pero evitan contestar si eso significa que vuelven a dormir en la calle y a subsistir en la indigencia. Otro 18% tiene el expediente cerrado tras haber conseguido "los objetivos" vía reagrupamiento familiar o con autonomía económica.
Pero no todo son malas noticias. Según confirman desde el Departamento de Trabajo, Asuntos Sociales y Familia, un 54% de los adolescentes en estas circunstancias continúa bajo "el sistema de protección". A muchos de ellos se les da una paga "simbólica" para fomentar su "autonomía económica", pero se elude responder a cuánto asciende dicha cantidad.
Soluciones
Muchos de ellos se escapan de los centros, aunque los datos de la Generalitat no distinguen entre los MENA y los que quedan fuera de esta denominación. Aun así, del total de 11.489 atendidos por DGAIA, 1.055 han huido en algún momento (el 9,2%). De estos, un 75% han estado desaparecidos menos de 48 horas, aunque aquí se cuentan los que no vuelven al centro a las once de la noche pero aparecen a la mañana siguiente.
Los casos más graves, aunque minoritarios, generan gran alarma social. DGAIA asegura que se tiene que trabajar en la "prevención" y explica que en la mayoría de sus centros "se trabaja con distintas formaciones y programas de prevención de las violencias machistas": "Así se ha hecho siempre y así se continuará haciendo".