Los recortes del Gobierno catalán están achicharrando a personas mayores de hasta más de 90 años de edad. Esto es lo que denuncian algunos de los 112 usuarios de la Residencia Asistida Mossèn Vidal i Aurós de Barcelona, que llevan con la climatización estropeada desde hace una semana y media. Superada a duras penas la primera ola de calor, ahora se preparan para afrontar la segunda en los próximos días.
El botón rojo lo activaron los familiares de los usuarios el fin de semana y lo ha hecho también la Coordinadora Residències 5+1, que ya ha presentado la primera denuncia por este asunto. Este medio acudió ayer al centro sociosanitario. El aire acondicionado funcionaba en la primera planta y la segunda, a marchas forzadas en la tercera y seguía sin llegar a la cuarta. Por la tarde, el aire cayó de nuevo. ¿Qué está pasando? "Que el equipamiento se inauguró en 2003 y, desde entonces, la Generalitat de Cataluña, titular del centro, no ha invertido. Hay humedad, el sistema eléctrico no aguanta la potencia y la climatización ha terminado por fallar", explicó la allegada de una usuaria en la misma puerta. ¿Cuál es la consecuencia? "Que es insoportable estar dentro por el calor. Por eso paseo a mi madre un rato cada día", explicó.
Silencio de la Consejería de Trabajo
Preguntada por la cuestión, la directora de la instalación remitió a la Consejería de Trabajo, Asuntos Sociales y Familias. Eulen, empresa que explota el centro, hizo lo propio. No obstante, el departamento que capitanea Chakir El Homrani (ERC) no respondió a las peticiones informativas de este medio. El sábado, el secretario de Asuntos Sociales y Familias, Francesc Iglesias, aseguró que "el sistema de refrigeración vuelve a funcionar correctamente, según ha informado la empresa gestora, a las 17.55. Hubo también una incidencia en la red eléctrica. La temperatura en las plantas es ya de 27,1 grados y el aire sale a 18,9 y 16,6 grados". Según él, el sábado la consejería preveía que "la situación se normalizara a las 21 horas". "Hemos exigido un informe del estado del sistema de refrigeración y del sistema eléctrico y del alcance de la avería sufrida, tanto a la empresa gestora [Eulen] como al servicio de proyectos, obras y equipamientos interno del departamento", declaran.
Todo ello se incumplió. Si bien es cierto que en la planta baja --el centro de día-- había aire acondicionado, así como en la primera y la segunda (que permaneció sin climatización la pasada semana), el sistema falló de nuevo en la tercera y la cuarta. Por la tarde, se vino abajo de nuevo por completo. "Han tenido que colocar aparatos de aire frío, los llamados pingüinos. No contaban con el hecho de que la instalación eléctrica es vieja y no aguanta la potencia. Petó uno de los dos generadores", matizaron familiares de residentes que prefirieron no aportar su nombre por temor a represalias.
"Maltrato de mayores"
La versión de Trabajo tampoco ha convencido a la Coordinadora 5+1. María José Carcelén, portavoz de la plataforma en defensa de la red pública de residencias, indicó que "una cosa puede estropearse. Otra muy distinta es la falta sistemática de inversión por parte del Govern". Señaló la activista que en 2018 el centro ya se quedó 13 horas sin luz, por lo que la Generalitat estaba alerta de que el equipamiento, el "más antiguo" con el que trabajan, "ya presentaba serias deficiencias" que se tenían que reparar. "No ha sucedido. No se ha invertido en infraestructura y ahora que se necesita aire fuerte, el sistema no aguanta. Y los mayores se achicharran", criticó. Según ella, la situación "roza el maltrato de personas mayores" y es "paradójica", pues desde el Govern se están haciendo llamamientos a cuidarse ante las olas de calor. "Si dicen que los ciudadanos de a pie deben beber agua y mantenerse frescos, ¿por qué no lo hacen en sus propios centros con los mayores?", lamentó Carcelén.
La indignación de esta plataforma llegará mañana al Parlamento catalán. El grupo parlamentario de Catalunya en Comú Podem presentará una propuesta de resolución en la comisión de Trabajo, Asuntos Sociales y Familias de la Cámara que recoge las peticiones de la Coordinadora 5-1. El texto incluye demandas como el aumento de ratios de gerocultores de 10 por usuario a ocho; que se apliquen sanciones a los gestores que puntúen a la baja en otros concursos; que se impongan inspecciones sin control; que se invierta en infraestructura y que se supriman los Equipos de Atención Residencial (EAR), que gestiona la mutua Mutuam y que sustituyen las visitas a los centros de atención primaria (CAP), entre otras.