Más tarde o más temprano parece que todos padeceremos presbicia, pues se presenta en un 54 % de las personas mayores de 40 años, según una encuesta de cuyos datos nos hacemos eco.

Quizás no sepas en qué consiste esta anomalía visual que, normalmente a partir de la cuarentena,  empieza a dificultarnos la visión de cerca. En cualquier caso, la aparición de la presbicia o vista cansada es inevitable con el paso de los años. Por este motivo, las compañías médicas se están esmerando en desarrollar novedosos productos con los que se pretende simplificar nuestra vida, llegado el momento. Uno de estos ingenios son unas versátiles gafas, llamadas TouchFocus, desarrolladas por una compañía japonesa y que son capaces de cambiar del modo lectura al modo visión de lejos con tan solo apretar un sensor táctil situado en la patilla. La marca ofrece más de 20 diseños diferentes para todos los gustos con unos precios que rondan los 1.950 euros.

Los ojos, los primeros órganos en envejecer

Los oftalmólogos aseguran que nuestros ojos son los primeros órganos en acusar el paso del tiempo. Así, la cuarta década de nuestras vidas nos trae sorpresas como la presbicia. Pero ¿en qué consiste exactamente? Se desarrolla cuando el cristalino, la lente natural del ojo y con la que enfocamos los objetos, se deteriora y pierde su capacidad de acomodación. Ello nos provoca dificultades para ver de cerca con nitidez.

A pesar de que la presbicia nos afectará en algún momento a prácticamente todos, muchas personas ignoran en qué consiste este problema. No en vano, un 22% de las personas encuestadas ignora por completo qué síntomas comporta e, incluso, un 13% cree que puede presentarse ya en la infancia.

La visión cercana se deteriora antes

Con la llegada de la presbicia, las personas empiezan a apreciar una serie de dificultades a la hora de realizar tareas de su vida cotidiana que antes efectuaban con comodidad y que ahora les suponen un esfuerzo extra: dificultad para leer, dolor de cabeza tras un periodo de tiempo fijando la vista o fatiga ocular, entre otras. Un gesto muy común entre quienes padecen vista cansada es alejar los objetos, como el libro o el móvil, pues de esta manera consiguen enfocar mejor.

Se trata de un problema que se agrava con los años, pues sus efectos se hacen paulatinamente más notorios con el paso del tiempo. De hecho, es posible que al principio muchas personas sobrelleven estas incomodidades en su visión, pero a partir de cierta edad se hace inevitable tomar medidas, normalmente usar unas gafas adecuadas, como las citadas con anterioridad. Los más atrevidos pueden someterse, incluso, a una cirugía que reemplace el cristalino deteriorado por unas lentillas intraoculares. Esta operación les permiten volver a ver de cerca e, incluso, corregir otros problemas visuales adicionales, como la miopía, la hipermetropía y/o el astigmatismo.

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