El Grupo de Playas de la Guardia Urbana ya ha comenzado su temporada de acción. Desde el pasado 27 de mayo y hasta finales del mes de septiembre, este destacamento de la Policía Local de Barcelona se encargará de reforzar las labores de vigilancia y control del resto de las patrullas de la Guardia Urbana desde un módulo ubicado a pie de playa y otro situado en el espigón de la playa del Bogatell. Según ha informado el ayuntamiento barcelonés, el Grupo de Playas de la Guardia Civil estará presente en diez playas del litoral barcelonés con el objetivo de “reforzar la prevención y dar respuesta a las situaciones y los problemas” que en él se producen durante la temporada estival.
Este grupo destinado a cubrir las necesidades policiales que surgen en las playas de Barcelona durante los meses de calor, cuenta con distintos medios para desempeñar sus funciones. Sus miembros patrullan a pie, con motocicletas modelo escúteres, con vehículos de cuatro ruedas, bicicletas y vehículos todoterreno tipo quad. El consistorio de la Ciudad Condal ha comunicado que, además de los medios de transporte citados, el Grupo de Playas de la Guardia Urbana dispone también “de dos embarcaciones semirrígidas de 6'5 metros y 7'5 metros de eslora respectivamente”. Esta dotación permite a los agentes controlar lo que acontece dentro y fuera de mar, así como actuar en caso de detectar a personas bañándose en zonas de riesgo, la venta de productos no permitidos y robos.
Más de 14.500 denuncias
La Policía Local de Barcelona destinada a patrullar el litoral barcelonés repartirá los denominados lotes de asistencia a víctimas de robos o hurtos en la playa. “Son bolsas que contienen una camiseta, unos pantalones, unas chanclas y un billete de metro para que las personas que han sido víctimas de un robo mientras estaban en la playa puedan desplazarse por la ciudad para hacer las gestiones necesarias”, en palabras del ejecutivo municipal.
Durante la temporada de verano del año 2018, el Grupo de Playas de la Guardia Urbana interpuso más de 14.500 denuncias relacionadas con la venta ambulante ilegal a pie de playa de alimentos y bebidas, y más de cien personas fueron denunciadas por no respetar las indicaciones de baño y sumergirse en zonas de peligro como los espigones.