Lleida es, después de Barcelona, la segunda capital catalana en número de habitantes. Más de 360.000 personas viven en esta ciudad cuyos orígenes se remontan al siglo VI a. C. Desde entonces no sólo han pasado los años por ella, también lo han hecho diferentes culturas y civilizaciones que han convertido Lleida en un referente cultural de España y de Cataluña. Fruto de su larga historia, la urbe acumula en sus calles y plazas las huellas de las civilizaciones que ocuparon su territorio haciendo de ellas lugares imprescindibles para visitar en Lleida, como por ejemplo:
- Depósito del Agua. Se trata de uno de los lugares de obligada visita en Lleida. Sin lugar a dudas es uno de los menos populares, muy probablemente porque se encuentra bajo tierra. Con una dimensión de 1.000 metros cuadrados, tiene capacidad para albergar nueve millones de litros de agua. Construido a finales del siglo XVIII para suministrar de agua potable a la ciudad, el Depósito del Agua de Lleida destaca arquitectónicamente por los 25 pilares que lo sujetan y sus seis bóvedas de piedra.
- Castillo de Gardeny. En lo alto de la colina conocida como Gardeny se levanta este castillo templario del siglo XIII. La fortaleza conserva restos de la iglesia románica de una sola nave central de Santa Maria de Gardeny, como sus torres o la policromía ornamental. El Castillo de Gardeny forma parte de la ruta Domus Templi de monumentos templarios, ya que la familia Gardeny, antigua habitante de la construcción, era una de las principales casas templarias de la Corona de Aragón.
- La Mitjana. Es uno de los parques más importantes de Lleida y no sólo por su extensión (noventa hectáreas de bosque), sino también por ser un testimonio de la historia de la ciudad. Alberga La Carbonera, el lugar donde los antiguos ferrocarriles depositaban el carbón que servía de combustible para su funcionamiento. El río Segre discurre por él y cabe la posibilidad de atravesar el parque a través de las aguas del río en canoa. Entre la flora que conforma este espacio natural ilerdense se encuentran los fresnos, las zarzas, los chopos y los álamos. También cuenta con zonas destinadas a hacer pícnic.
Imagen del Castillo Gardeny de Lleida / MANUEL PORTERO - WIKIMEDIA COMMONS
- Conjunto monumental de la Seu Vella. En pleno centro de Lleida se encuentra el conjunto monumental del Cerro de la Seu Vella. Forman parte de él la catedral antigua o Seu Vella, el Castillo del Rey, distintos restos arqueológicos y la fortificación militar que se extiende alrededor del cerro. Son testimonio de la historia de la ciudad, puesto que la elevación de tierra del cerro está en medio de una llanura que siglos atrás sirvió como lugar de asentamiento y refugio de la Lltirta ibérica, la Llerda romana y la Larida musulmana. Desde el año 1948 muchos de estos restos de valor arqueológico y cultural están siendo restaurados.
- Museo de Lleida. El centro de la ciudad, además de dar cabida al conjunto monumental de la Seu Vella, acoge el Museo de Lleida. De carácter diocesano y comarcal, tiene piezas de arte de mucha importancia cultural que han provocado que los obispados de Lleida y Basbastro-Monzón hayan litigado por la propiedad de algunas de ellas. Entre las obras más importantes del Museo de Lleida se encuentra la reproducción de las pinturas rupestres del municipio leridano de El Cogul.
- Calle Cavallers. Otro de los lugares imprescindibles para visitar en Lleida es la calle Cavallers, una travesía repleta de ofertas culturales. Une la calle Mayor con la Plaza de la Gramática y está muy próxima al conjunto monumental de la Seu Vella de Lleida. Caminar por ella implica parar en el Oratio de Nuestra Señora de los Dolores, en la galería de arte contemporáneo Espacio Cavallers y en el convento del Roser, un edificio que fue quemado en la Guerra de Sucesión (1701-1713). Muy cerca de allí se encuentra la Capilla del Pueblo de Roma, uno de los puntos de peregrinación en el mapa del Camino de Santiago.
Además de estos lugares imprescindibles para visitar en Lleida, la ciudad ofrece otras posibilidades destinadas al turismo, al ocio, a la cultura, a la gastronomía y a la restauración.