Jaume Tort, director de la Organización Catalana de Trasplantes (OCCAT) / 324

Jaume Tort, director de la Organización Catalana de Trasplantes (OCCAT) / 324

Vida

Jaume Tort: "Cuando se pregunta a la familia por la donación de órganos, ya no hay nada que hacer"

El director de la Organización Catalana de Trasplantes sostiene que la alta calidad del sistema sanitario español se refleja en la confianza que tienen los pacientes

4 junio, 2019 00:00

Cataluña realizó 1.145 trasplantes en 2018, lo que significa que, por quinto año consecutivo, batió su propio récord. Pero, a pesar de que la tasa de la comunidad es una de las más altas del mundo, un pequeño porcentaje de personas aún cree falsos mitos sobre este procedimiento. Uno de ellos, según recoge el Departamento de Salud de la Generalitat es el que postula que si uno es donante, el equipo médico no le salvará la vida. Por eso, la figura del coordinador de estos procedimientos "es tan importante, porque aclara las dudas que puedan tener" los allegados, explica a Crónica Global Jaume Tort, director de la Organización Catalana de Trasplantes (OCATT), que subraya que "cuando se pregunta a la familia por la donación de órganos, se trata de un punto de no retorno --para el paciente--, de estar en las últimas horas y ya no hay nada que hacer".

¿Las familias son receptivas? “Por suerte, en Cataluña la aceptación de las donaciones es muy alta. Estamos a un nivel del 80 u 85%, según el año, de gente que es favorable. La negativa es de un 15 o un 17%. Son franjas muy bajas. En países del entorno como Francia o Inglaterra, las negativas son el doble que las de aquí", explica Tort.

El coordinador: "una figura clave"

Como clave del éxito, el directo de la OCATT apunta a "una combinación de factores: el esencial es la solidaridad de las familias. Un gesto sin el que no existiría el sistema, porque sin donantes no hay trasplantes", y por otra la organización: "un modelo que se basa en una figura clave: el coordinador hospitalario --de trasplantes--", señala. Son los profesionales que se encuentran en los centros médicos y que detectan a los posibles donantes. “Cuando ven que una persona está en el final de su vida, es cuando hablan con la familia. Un trabajo anónimo y muy complejo, porque no solo comporta muchos conocimientos científicos sino muchos valores humanos”, señala, ya que saben como dirigirse a los allegados del paciente "y eso requiere formación y entrenamiento. No se improvisa", apunta. 

¿Cómo se detecta a un posible donante? “Se encuentran en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) y también en urgencias, o en la unidad de ictus. Pero no solo se trata de detectarlo, sino de seguir su evolución, si los órganos son válidos para algún enfermo, y también hay que cuidarlo mucho hasta el momento de su muerte y la extracción”, apunta Tort.

Proximidad de los médicos

¿Qué factores hacen que aquí las tasas de donación sean tan altas? “Muchas veces se trata de elementos del entorno. En algunos países del sur es la proximidad de los profesionales con las personas, con los enfermos, la que influye, y eso no siempre es así. La distancia humana entre los médicos y el personal de enfermería con la familia del enfermo a veces es muy grande. El sistema sanitario español, tiene sus defectos, como todos, pero la gente valora el trato, su altísima calidad, y eso se refleja a la hora de la donación”, sostiene el doctor.

Un equipo médico en quirófano / EFE

Un equipo médico en quirófano / EFE

Un equipo médico en quirófano / EFE

Tort recuerda, además, que cuando se plantea esa posibilidad "se ha hecho todo lo posible --por el enfermo--, y cuando ya no se puede hacer más, la gente confía en los profesionales".

Donaciones en vida

Este procedimiento también se puede llevar a cabo en vida. "Uno de los más importantes es el donante de riñón. En Cataluña hacemos unos 120 al año, prácticamente el 40% de los que se hacen en todo el Estado. Es fundamental, porque los receptores suelen ser jóvenes con insuficiencia renal, y el mejor tratamiento posible es un órgano de una persona viva, mucho más que el de un cadáver", cuenta el responsable del OCATT. 

La del riñon no es la única donación que se puede hacer estando sano. "También se puede ceder un trozo de hígado, pero suele ser excepcional. Últimamente solo se realiza a niños, y el donante suele ser el padre o la madre, porque no hay donantes infantiles y esta es la única vía" explica. 

Compatibilidad

¿Cualquier persona puede ser un potencial donante? "De un órgano vivo no, porque se busca la compatibilidad. Cuanto más exacta sea esta, mejores resultados se obtendrán tras el procedimiento y menos medicación inmunosupresora necesitará el receptor", explica.

A veces varios familiares se ofrecen "y se encuentran con sorpresas: el hermano o los padres no lo son y resulta que la pareja, casualmente, es compatible”, cuenta.

Rechazo

¿Influye algún factor psicológico en el rechazo o es otro falso mito? "Está muy estudiado y son factores biológicos. El rechazo siempre está, aunque la compatibilidad sea muy alta. El único caso en que no sería así es el de los hermanos univitelinos, un gemelo, que es idéntico, y no necesitaría ni medicación, pero son casos muy excepcionales”, reconoce.

Cirujanos realizan un trasplante / EFE

Cirujanos realizan un trasplante / EFE

Cirujanos realizan un trasplante / EFE

Y, tras el procedimiento, ¿qué es necesario? "Un estilo de vida muy saludable, muchos controles, y valorar cómo evoluciona la funcionalidad del órgano, y tomar la medicación inmunosupresora. Las personas trasplantadas deben tener un cuidado muy estricto de su salud”, apunta. ¿Un trasplante dura para siempre? "Cada caso es diferente, pero no. Yo tengo pacientes con insuficiencia renal que van por el tercer riñón”, explica. No es un procedimiento para toda la vida, aunque apunta que el “hígado en general sí, porque regenera”.

Avances

¿En qué campos se han producido más avances en los últimos años? "Una de las líneas de investigación es la de poder aprovechar órganos, a través de una maquinaria especial, y valorar implantarlo; la otra es el campo de la terapia celular o ingeniería de tejidos,  para generar conjuntos de células que puedan sustituir de forma parcial o total a un órgano.

¿Y órganos artificiales? "No. Se están haciendo algunas piezas, pero quedan lejos todavía. Estamos más cerca de algo similar a implantar células buenas que corrijan a las que no funcionan bien, que no de órganos fabricados en el laboratorio", sostiene.