La muerte de la perra Sota ha llegado a los tribunales. El caso se aclarará en el Juzgado de Instrucción número 4 de Barcelona, cuyo juez ha imputado al agente de la Guardia Urbana que disparó al can y acabó con su vida.
El magistrado también ha llamado a declarar al compañero de patrulla del urbano y al dueño de la perra, Tauri Ruusalu. Tanto los dos urbanos como el sintecho son, a la vez, investigados y testigos, al existir denuncias cruzadas entre ellos. La comparecencia de los policías llamados a juicio tendrá lugar en 1 de julio.
Testigos protegidos
El primer día de julio también depositarán cuatro testigos más del suceso, que tuvo lugar en diciembre de 2018 y que incendió a la comunidad animalista de Barcelona. Dos de los deponentes del caso han accedido a declarar ante el juez bajo protección de su identidad, es decir, en calidad de testigos protegidos "ante el temor a represalias", según publica El Periódico. El suceso protagonizado por Sota ha levantado grandes críticas contra la brutalidad animal por parte de los agentes policiales e incluso llegaron a organizarse varias manifestaciones en defensa de los derechos de los animales. Varios partidos políticos municipales se sumaron a estas movilizaciones, como la CUP, PDeCAT y el PACMA, este último con llamadas a la movilización ante un hecho que calificó como "inadmisible" por parte de un ayuntamiento "autoproclamado animalista".
El dueño de Sota comparecerá ante el juez antes que los agentes urbanos, el 26 de junio, para explicar su versión de los hechos. La denuncia del sintecho apunta que fue agredido "brutalmente" y "sin justificación" por parte de la policía local de Barcelona, según declaró cuando se produjo el succeso. Los guardias urbanos también le denunciaron a él por atentados contra agentes de la autoridad, ya que éste les agredió con un monopatín, lo que le llevó a acabar detenido.
Restos de 'Sota'
El juez también ha autorizado que los restos mortales de Sota sean devueltos a su dueño y ha desestimado algunas diligencias que no considera relevantes para el esclarecimiento del suceso. Entre ellas se encontrarían la realización de una prueba psicológica al guardia urbano que disparó, la citación de ciertos testigos y la inclusión en el juicio de ciertas grabaciones de una cámara de seguridad.
La propia alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, realizó una llamada por redes sociales a cualquier persona que dispusiera de imágenes del suceso para aclarar lo sucedido. Finalmente, desde el Ayuntamiento de Barcelona comunicaron que entendían la reacción del agente como un gesto "proporcionado" ya que asumieron que el animal atacó violentamente al urbano.