La Asociación Bienestar y Desarrollo (ABD) trabaja para promover la educación y la salud sexual entre la población joven y adolescente. Para ello aborda tres ámbitos de actuación: centros educativos, espacios de ocio nocturno y divulgación de información a través de redes sociales. ¿Por qué es necesaria esta labor? “La sexualidad continúa siendo tabú en nuestra sociedad. Está claro que hemos avanzado, pero siguen existiendo estigmas, prejuicios y violencias”, sostiene Aldana Menéndez, responsable de Programas de Salud Sexual y VIH de la organización.
“El objetivo es que pueda formar parte de la educación integral en las escuelas, que son un espacio, no solo de conocimiento, sino también de socialización”, señala Menéndez. Mientras esto no se produce, desde ABD, en el marco del programa Sexus, realizan intervenciones en diferentes espacios para "poder cubrir este vacío". Discotecas, festivales, o las fiestas de los barrios de Barcelona, pero también en asociaciones juveniles o casales. ¿En qué consisten? Desde responder dudas, a distribuir "material preventivo".
Sin educación sexual en los colegios
¿Debe existir una asignatura concreta? “Pensamos que se tiene que incorporar de forma trasversal al currículum y formar parte del aprendizaje escolar, no como algo puntual, porque la sexualidad forma parte de la vida misma”, sostiene. ¿En qué etapa debería comenzar? "Entendemos que no existe una limitación. Evidentemente, los contenidos se han de adaptar a la edad, pero desde la educación infantil se podría incluir un aprendizaje sobre el cuerpo. Los seres humanos somos seres sexuados y por eso entendemos que se debe incluir este conocimiento en todas las etapas de la vida”, razona.
¿Por qué es importante? "Forma parte de lo que somos y poder abordar este tema ayuda a prevenir problemáticas como violencias y riesgos en el ámbito de la sexualidad. La información da recursos a las personas para poder llevar a cabo una gestión responsable”, subraya. Además, critica que "los jóvenes se encuentran con unos cánones; los de la masculinidad hegemónica, con la que han de cumplir y que les afecta".
Enfoque positivo
¿Qué riesgos conlleva la desinformación? “No creo que exista una falta de información. Muchas veces damos por supuesto que los jóvenes no saben muchas cosas, pero son un colectivo informado y preocupado. Cuando hablamos con ellos nos damos cuenta de que tienen muchas dudas, pero no solo los adolescentes, también la población adulta", cuenta Menéndez. “Muchas veces no tienen conocimiento porque no se les da la oportunidad y no se les garantiza este derecho, pero ellos sí tienen la preocupación y las dudas que les hacen querer acceder a más recursos”, subraya.
Equipo de voluntarios del programa Sexus / SEXUS
La coordinadora del programa Sexus se niega a abordar "los problemas" que genera el desconocimiento. "Puede haber de muchos tipos, pero preferimos centrarnos en las posibilidades. Nos parece fundamental transmitir un mensaje positivo y una información objetiva, que no sea estigmatizante ni alarmista, y que permita luego unas vidas más placenteras y saludables”, sostiene. "Es evidente que el saber ayuda a prevenir situaciones de riesgo", apunta.
Sexualidad no es reproducción
¿La pornografía contribuye a que los jóvenes se formen ideas equivocadas? “Sí, por eso es fundamental que exista educación sexual durante la escolarización porque así se asegura que haya información más allá de internet. No porque todo sea incorrecto, pero sí existe la posibilidad de acceder a contenidos que no estén adaptados a la edad, por ejemplo. Por eso hay que poner al alcance de la población adolescente y joven más recursos", subraya Menéndez.
¿Qué es lo que más preguntan? "En general, existen muchas dudas e inquietudes en cuanto al autoconocimiento, sobre cómo funciona el ciclo menstrual en el caso de las chicas, y también ganas de saber más. También en todo lo que tiene que ver con el placer. Muchas veces se encuentran que los mensajes que reciben sobre sexualidad tienen que ver con la reproducción; cómo evitar un embarazo, o mensajes preventivos sobre enfermedades de transmisión sexual".
Espacios de ocio nocturno
La asociación también interviene en espacios de ocio nocturno de Barcelona y Madrid. Una acción que desarrollan los propios jóvenes, que distribuyen material preventivo e informan sobre salud sexual. “De alguna manera nos acercamos a la población, y no son ellos los que tiene que solicitar la información”. Un ambiente "más relajado y festivo", en el que pueden hacer preguntas, solicitar información sin "ser juzgados" y así "ayudamos a resolver sus dudas", cuenta la trabajadora de ABD. Otro canal clave para soslayar el tabú y la vergüenza a la hora de abordar la sexualidad son las redes sociales.
El próximo stand de la Asociación Bienestar y Desarrollo se instalará en el barrio del Raval con motivo de su fiesta anual. "Allí estaremos, informando y asesorando sobre sexualidad", avanza Menéndez. Una iniciativa que lleva a cabo un equipo técnico del programa Sexus que integran profesionales con diferentes formaciones: psicólogos, educadores sociales, y también un equipo de jóvenes voluntarios.