Tras cuatro años de conflicto, el consejero catalán de Interior, Miquel Buch, firma el primer acuerdo laboral con sindicatos de bomberos. Un pacto que llega a dos días de las elecciones municipales, que se celebrán este domingo. Una paz que ha sellado con representantes de IAC-CATAC y la Intersindical-CSC, a la espera de que el próximo lunes lo haga también UGT, que no ha querido acudir hoy al acto al considerar que se trata de "oportunismo político" durante la campaña electoral, y prefieren así esperar para no darle "publicidad" ni "triunfalismo" al conseller.
En declaraciones a los periodistas, el titular de la cartera de Interior ha resaltado que se trata del tercer acuerdo alcanzado entre la Generalitat y los sindicatos del cuerpo en los últimos veinte años --el último fue por el periodo 2006 y 2008-- y que atiende reivindicaciones planteadas a lo largo de la última década. El pacto, vigente hasta 2022, compromete aspectos ya conocidos como la convocatoria de mil plazas de bomberos en los próximos cuatro años y prevé también reducir la jornada anual de las 1.688 horas para 2019 y 2020 hasta las 1.664 en 2021 y 1.640 en 2022.
Acuerdo "de mínimos"
Desde el sindicato IAC-CATAC, su portavoz Manel Titos ha indicado que se trata de un pacto "de mínimos y transitorio", mientras David Hereu, de la Intersindical-CSC, ha señalado también que es un pacto de "mínimos" y que llega "tarde", por lo que se tendrá que ir mejorando cuando se vaya implementando. Mientra que UGT no rubricará el acuerdo hasta la semana próxima, una vez se hayan celebrado los comicios por "higiene democrática" y "responsabilidad sindical".
"Este acuerdo, que llega cuatro años tarde, es fruto de la reivindicación colectiva, y no de un grupo político que ha dejado el cuerpo de bomberos en colpaso estructural", han manifestado desde el sindicato.