El chico tuvo una idea de bombero y, aprovechando que su madre trabajaba de funcionaria junto a un miembro del tribunal de las oposiciones a bombero de Palma de Mallorca, fotografió la plantilla de preguntas y respuestas.
Sin embargo, la jugada no le salió tan bien como pensaba. De las 100 cuestiones, cuatro estaban mal formuladas y fueron retiradas. Todos los candidatos al puesto las fallaron, menos él.
Versión inculpatoria
Durante el juicio, que tuvo lugar ayer en Palma, el joven reconoció haber entrado en el despacho de su madre y haber hecho fotos a los exámenes con su móvil. A esto añadió que su progenitora, acusada de filtrar la prueba, no había colaborado en su plan. Ella misma en sus declaraciones negó haber facilitado el acceso de su hijo a las oficinas y mantuvo que desconocía los hechos.
El Ministerio Fiscal mantiene su petición de una multa de 5.400 euros a la madre, además de la inhabilitación de su cargo y otra de 3.240 euros para el opositor. Ya que ella está acusada por revelación de secretos, la Fiscalía se plantea aplicar una condena alternativa que conlleve la absolución de la funcionaria, pero no la de su hijo.
Las sospechas
Al margen de la versión ofrecida por el joven en el juzgado, la justicia considera que la mujer pudo acceder al examen al que se sometieron los candidatos a bombero en mayo de 2016 y lo facilitó a su hijo para que lograra una de esas cotizadas plazas.
Meses después, el tribunal se alarmó al ver que un opositor había respondido bien a las 100 preguntas, con lo que lo excluyó del proceso de selección. El acusado intentó cubrir las espaldas de su madre y explicó que había aprovechado un momento de poca vigilancia para fotografiar las pruebas. Por su parte, ella sostuvo su versión, diciendo que no había colaborado con su hijo.