Patsilí Toledo es una de las impulsoras del manifiesto contra la explotación sexual Barcelona ciudad pro-derechos, al que se han adherido un centenar de entidades. Un texto que defiende a los que deciden ejercer la prostitución y alerta contra el uso electoralista de la marcha abolicionista que se organiza a escala estatal y que se celebrará en Barcelona. "Activistas, movimientos feministas y vecinales nos hemos unido para manifestar que esta es una ciudad en la que pedimos que se vele por los derechos de las mujeres. De las que ejercen la prostitución de manera voluntaria y también de las que son víctimas de trata", explica a Crónica Global. Además, esta doctora en Derecho por la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) advierte que "el abolicionismo de la prostitución favorece la explotación sexual".
Estigma
“Las que hemos promovido este documento hemos hablado mucho del discurso que simplifica las perspectivas feministas ante los trabajos sexuales. No hay un único feminismo que sea abolicionista”, sostiene. El texto critica la deriva autoritaria que toma cierto activismo al no respetar a los que de manera libre escogen ser trabajadores sexuales, y pide no estigmatizar más a un colectivo ya de por sí "muy vulnerable".
Toledo, que es miembro del colectivo Novembre Feminista, denuncia que las posturas abolicionistas contribuyen a “criminalizar a las mujeres”, aumentan el riesgo de clandestinidad, y de explotación. "Lo que nos mueve a impulsar el manifiesto es que se respeten los derechos humanos de todas las personas que ejercen un trabajo sexual”, reivindica, y también que "se persiga las mafias que se enriquecen con la explotación de las mujeres”.
Trata de personas
“Tiene que ver con la clandestinización de la inmigración. Si el Estado cierra las fronteras, tenemos a personas más vulnerables ante mafias y traficantes que las explotan. No podemos hacer un discurso vacío en el que solo hablemos de prostitución sin hablar de la ley de extranjería. Muchas víctimas de trata están sufriendo las consecuencias de políticas y leyes que supuestamente están para defenderlas”, denuncia esta activista.
Trabajadores sexuales
En ocasiones, se rechaza la prostitución porque se vincula a la totalidad de trabajadores sexuales con víctimas de explotación. “Esta es la perspectiva de los organizadores de la marcha abolicionista. Niegan que las mujeres tomen esa decisión. Y las acusan de forman parte del lobby proxeneta, como acusaron al colectivo feminista Ca la Dona”, explica. No se puede meter en el mismo saco la trata de personas y el trabajo sexual. No solo hay mujeres en la calle, hay trabajo online, telefónico; muchas formas”, explica.
“Entender que todo es lo mismo; no solo es un discurso falso, sino interesado políticamente. Los discursos abolicionistas están en auge en algunos países de Europa. Los Gobiernos promueven leyes que, supuestamente, penalizan a los clientes --como el modelo sueco-- que, en la práctica, hacen desaparecer la prostitución de la calle. Y eso, para mucha gente es muy agradable, porque no quieren ver a la personas racializadas, a las mujeres inmigrantes africanas en la calle". ¿Qué sucede? "Hace que las mujeres estén explotadas, pero de manera clandestina". Razón por la que este tipo de discursos, señala esta activista, los aprovechan los que tienen “una agenda más racista”, y lo que consiguen este tipo de políticas es que los trabajos sexuales se llevan a cabo de manera oculta y eso beneficia a las mafias.
Xenofobia
“El discurso contra la trata es el que utilizan los Estados que no quieren más inmigración. El argumento a favor de prohibir la prostitución se utiliza para intentar frenar las llegadas”, explica. Unos intereses que no están, en absoluto, enfocados al bienestar de las mujeres. Toledo explica que es lícito y lógico que exista un debate sobre si es positivo o no que exista la prostitución, pero también señala que existen intereses políticos tras esa postura: "Los discursos xenófobos se aprovechan del abolicionismo".
Pone como ejemplo Estados Unidos. “Uno de los pilares de la política exterior es la lucha contra la trata, porque significa lucha contra la inmigración”, sostiene. ¿Aquí pasa lo mismo? “Mientras más bloqueas la migración puedes recubrirlo de una pátina de inocencia diciendo que es lucha contra el tráfico de personas", sostiene.
Explotación sexual
Algunas de estas mujeres que sufren explotación sexual en España “están encerradas en Centros de Internamiento para Extranjeros (CIEs) y las deportan”, critica. "Venden que las salvan y, en ocasiones, esas mismas mujeres, contactan de nuevo con una mafia para regresar a nuestro país", sostiene.
“El problema central está relacionado con la migración, porque la ley de extranjería favorece la proliferación de mafias”, explica. Una problemática que va más allá de estar a favor o en contra del trabajo sexual. “Tenemos un problema muy grave, y esta postura abolicionista que dice que toda prostitución es explotación es muy útil para los discursos antiinmigración”, subraya.
Mujeres clandestinas
¿Cuál es la situación que las lleva a ejercer la prostitución? Ese es el problema de raíz que se debe combatir. “Una mujer sin papeles, una mujer clandestina, indocumentada, es mucho más vulnerable a la explotación que no una de aquí”, sostiene.
“Cuando los problema son complejos, no podemos aplicar soluciones fáciles. Y el abolicionismo es un discurso fácil, y no incluye matices. Dicen la prostitución es muy machista, y entonces estamos en contra y así se nos escapan muchas cosas. Primero es muy importante escuchar a la gente que está viviendo esta situación, no se trata de discutir si la prostitución es machista o no, eso lo podemos abordar desde un debate teórico, pero a pie de calle, uno ve como la explotación afecta a las mujeres y la complejidad que conlleva", relata Toledo.
Feminismo inclusivo
Esta profesora de la Universitat Pompeu Fabra (UPF) reivindica un feminismo inclusivo, en el que existan posturas diferentes acerca de la prostitución. “Es necesario garantizar los derechos de las mujeres”, revindica, “y sobretodo luchar contra la estigmatización”.