Según un informe del Instituto DKV de la Vida Saludable, publicado el pasado año a cargo de su Observatorio de Salud y Medioambiente, la contaminación acústica de las ciudades procede en un 80% del tráfico de vehículos. En el caso de España, Barcelona y Madrid lideran el ranking de las ciudades con un mayor índice de contaminación acústica.
La conclusiones de este estudio revelan que en Europa mueren anualmente alrededor de 10.000 personas por causas prematuras derivadas del exceso de ruido en las urbes. Suiza ha decidido actuar sobre este problema de salud pública instalando radares de ruido.
Demasiados decibelios
Con esta idea el gobierno cantonal de Ginebra, uno de los 26 estados de la República Federal de Suiza, ha promulgado una orden para desarrollar el sistema que haga posible instalar radares de ruido en aquellas zonas que concentren un número de decibelios superior al considerado como saludable.
Las autoridades ginebrinas pretenden multar a los propietarios de los vehículos que generen un ruido superior a un límite preestablecido, aunque la orden incluye también el supuesto de la prohibición de la circulación para los casos más extremos.
En fase de desarrollo tecnológico
La Escuela Politécnica Federal de Lausana (EPFL) es el organismo responsable de desarrollar la tecnología capaz de registrar un exceso de ruido en los vehículos. Estos dispositivos podrían estar listos en un plazo de dos a cuatro años. En este tiempo la legislación del cantón de Ginerbra deberá ponerse al día, ya que en la actualidad la iniciativa de los radares de ruido carece de normativa que la regule. De momento ningún agente de policía ni ninguna otra autoridad competente podrá sancionar a los conductores de los vehículos de acústica altamente contaminantes.
La concienciación de las grandes ciudades europeas sobre este problema social podría significar la instalación de radares de ruido en el resto de capitales de la zona Euro. El proyecto sería parte de los planes de mejora de la salubridad pública de los núcleos urbanos.